Sin explicar los motivos y luego de hacer un balance sobre lo alcanzado por el colectivo que dirige Javier Sicilia, el activista Julián Le Barón anunció ayer que se desvinculará del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD).

En una carta pública se definió como mexicano afectado profundamente por la violencia; mis familiares y seres queridos desolados, sobrinos huérfanos, entrañables amigos en situaciones desgarradoras, secuestros, extorsiones, asesinatos y mucho miedo.

En la introducción de la misiva, añade: En una crisis espiritual y de conciencia he buscado la forma de construir un país y un mundo menos violentos. En esa búsqueda de seguridad, dignidad y justicia he aprendido muchísimo. Estoy indignado y tengo hambre de paz para México y para mis hijos.

Guiado por la necesidad de asumir su responsabilidad en la lucha por terminar con la violencia se sumó al MPJD, cuya labor encomió. Cuando vi que Javier Sicilia estaba emplazando a las autoridades de Morelos me pareció que emprendía un método efectivo. Me trasladé a Cuernavaca y, conmovido, me uní a sus esfuerzos.

Le Barón recordó sus viajes a pueblos heridos, hablando y consolando a personas muy lastimadas, lo que me pareció muy efectivo y bello. Después participamos en diálogos y acercamientos con las autoridades más altas del Estado mexicano y terminé por darme cuenta de que la principal función del MPJD se convirtió en ser interlocutor con partidos políticos y gobierno.

Sin embargo, a pesar de la riqueza de sus experiencias en el seno de dicho colectivo, concluyó que las instituciones y poderes “no pueden ayudar sin dividir más, endeudar más y fracasar más como intermediarios de la sociedad.

A partir de esa observación, dado que se tomó esa vertiente, me reuní con Javier, a quien considero un gran líder y amigo noble. Después de un intercambio de reflexiones y coincidencias de su parte he decidido desvincularme del MPJD, comentó.

En su carta, el activista asevera que permanecerá con el propósito de continuar organizándonos como ciudadanos responsables, que unidos construyamos el futuro de nuestro país. Ésta, para mí, es la solución, y estaré al lado de todos los que quieran seguir en esta dirección.

Manifestó su convicción de que los problemas morales y económicos son asuntos cívicos, que deben asumirse como responsabilidad ciudadana y no gubernamental. Seguiré luchando por este fin y propósito, es el camino que me tracé en un inicio, cuando fueron asesinados mi hermano Benjamín y mi amigo Luis Widmar. Siempre estaré dispuesto a unir fuerzas con quienes quieran luchar para que todos seamos respetados.

El viernes La Jornada estuvo tratando de comunicarse con Julián Le Barón para conocer más detalles sobre su decisión de apartarse del MPJD, pero fue imposible localizarlo.