El pianista Víctor Manuel Morales difunde un repertorio para ese instrumento poco o nada conocido en las salas de concierto del país.

Con esa finalidad realizó su primer disco compacto, From the edge of time, en el que da a conocer en México obra del fallecido compositor catalán Lluís Benejam (1914-1968), además de hacer las primeras grabaciones mundiales de otras cuatro piezas, entre ellas una versión para flauta y piano de Spiegel im Spiegel, de Arvo Pärt (1935).

Producido de manera independiente y distribuido por Prodisc, este material busca compartir música que no es muy común escuchar en las salas de concierto nacionales, a decir del intérprete, con el propósito de expandir el conocimiento y el gusto de los escuchas.

Es un álbum hecho con pasión por la música, porque es un repertorio desconocido y la apuesta es difundirlo. Un músico es también un comunicador y divulgador y su obligación como tal es sacar a la luz lo poco conocido o sabido, explica Víctor Manuel Morales en entrevista con La Jornada.

“Lo más común en nuestro medio, por desgracia, es contentarse con la música conocida. Como melómano me resulta muy cansado escuchar siempre lo mismo; por eso soy feliz cuando oigo obras de compositores que no conozco o piezas poco conocidas de autores muy conocidos.

Estoy convencido de que no soy el único, que hay otras muchas personas a quienes les ocurre lo mismo, que son felices de conocer y enriquecerse con algo nuevo. Por eso, ésa es una de mis líneas a seguir, alguien debe tomar esa bandera de lo desconocido; aún hay muchísima música valiosa por ser descubierta.

Del disco, integrado por 11 pistas, el pianista destaca la versión para piano y flauta de la Sonata de Lluís Benejam, escrita originalmente para violín y piano. Explica que es un autor poco o nada interpretado desde su muerte, hace más de tres décadas.

Se trata, describe, de una música muy luminosa, vital, razón por la que la escogió como la pieza inicial de la grabación. Después incluye una tríada de piezas del colombiano Édgar Ordóñez (1961), entre ellas una que le fue dedicada por él, Toccata.

La intersección entre la música de ambos autores es una cierta tendencia al jazz, señala el intérprete, quien comenta que el disco termina con sonidos de tipo minimalista, más apacibles, con una pieza de Alan Hovhaness (1911-2000) y otras tres de Arvo Pärt.

Para ese proyecto, Víctor Manuel Morales contó con la colaboración del flautista Pablo Hidalgo Wong, con quien ya prepara un par de grabaciones más. La primera incluirá repertorio de Chick Corea y otra transcripción de obra de Pärt. El segundo será de tipo monográfico, con obra de Gustavo Delgado.