La Habana, 1º de marzo. El presidente Raúl Castro confirmó su intención de adelgazar el aparato del gobierno, al disponer la fusión de dos ministerios y la reducción de otros tres, para buscar un eficiente funcionamiento, mayor racionalidad y la reducción de gastos innecesarios.

El Consejo de Ministros aprobó la creación de un Ministerio de Industrias, que absorberá los de la Industria Sidero Mecánica y de la Industria Ligera. La nueva cartera también dirigirá el sector de la química, antes a cargo del Ministerio de la Industria Básica, que ahora será de Energía y Minas, con autoridad sobre petróleo, energía eléctrica y minería.

De acuerdo con un anuncio oficial, también se reducirán las dimensiones de los ministerios de Finanzas y Precios y del Trabajo y Seguridad Social, así como de los institutos de Planificación Física y de la Vivienda.

Además de resolver dificultades operativas en cada sector, con el recorte se avanzará en la separación de las funciones estatales y empresariales, dijo el reporte, en alusión a uno de los acuerdos clave del sexto congreso del Partido Comunista, de abril de 2011.

Según el acuerdo, las empresas dejarán de reportar a los ministerios y formarán parte de holdings sectoriales, que se van a regir por criterios de rentabilidad.

Esta es la segunda vez que Cuba intenta reducir su aparato burocrático. En 1994 la crisis económica obligó a las autoridades a desmantelar la antigua estructura de corte soviético, en la que se multiplicaban las dependencias y los liderazgos colectivos, que en parte surgieron para actuar como interlocutores de sus homólogos de Europa oriental.

Con ese ajuste se formó un gobierno de estilo occidental, pero el recorte resultó limitado.

Raúl Castro anunció la nueva reducción de la administración pública en febrero de 2008. De 28 ministerios que había en 1994, quedaron 22 y ahora son 20. Además están el Banco Central y los institutos de aeronáutica, deportes y radio y televisión, que son cabezas de sector con rango ministerial. En 2009 se creó la Contraloría General de la República, con autoridad por encima del gobierno.

Como el resto de la reforma económica en curso en la isla caribeña, el plan de adelgazamiento del gobierno surgió de la Comisión Permanente de Implementación y Desarrollo, un equipo especial encargado de aplicar los acuerdos del congreso del Partido Comunista y que encabeza a tiempo completo el vicepresidente Marino Murillo.

El informe sobre la sesión del Consejo de Ministros omitió referirse al plan de despidos masivos, que se anunció en 2010, pero redujo su ritmo de ejecución.