Los jóvenes mexicanos son un sector con muchas expectativas en torno a la democracia, pero están desencantados de ella, en particular en el ámbito político, señala un estudio realizado por investigadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) unidad Iztapalapa.

Se manifiestan como demócratas insatisfechos, porque el sistema no garantiza que sus perspectivas (de empleo o educación) se cumplan. Desconfían del voto, aun cuando lo ejerzan.

Durante el cierre de las sesiones del tercer Congreso Nacional de Ciencias Sociales, Enrique Cuna, jefe del Departamento de Sociología de esa casa de estudios, presentó algunos de los resultados del estudio cualitativo, mismos que concluyen que la juventud no confía en las instituciones políticas.

Setenta y cinco por ciento de los jóvenes que participaron en el análisis aseguraron que no votarán en las elecciones de 2012 y 79 por ciento consideran que en el país no hay democracia. El único espacio donde sienten que su participación cuenta es el privado (amigos, familia y escuela). Empleo, seguridad y corrupción son sus principales preocupaciones.

En la investigación –financiada por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, y que se realizó entre septiembre y diciembre de 2011– se aplicaron cuatro grupos de enfoque a jóvenes de 18 a 29 años y dos entrevistas colectivas a los de 16 y 17 años. Por ambos ejercicios sumaron 100 participantes, todos de la ciudad de México, algunos estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México y la UAM, y otros sin estudios profesionales.

Han vivido con valores e ideas sobre democracia; la aceptan como una forma más agradable que el autoritarismo, pero no necesariamente la han ejercido y desconfían de ella. No importa la edad ni si han votado anteriormente: están desencantados, aseguró Cuna.

Estudiantes de Los Ángeles durante una protesta que se realizó el jueves primero de marzo contra la privatización de escuelas en CaliforniaFoto Xinhua

El estudio mide la aceptación de la democracia como régimen deseable, la confianza en instituciones políticas, como el Instituto Federal Electoral (IFE), partidos políticos, Congreso de la Unión, sindicatos y la Suprema Corte de Justicia de la Nación, instancias en las que no creen. Dudan de la autonomía del IFE: Se rige por el dinero, el gobierno y los partidos. En cambio, confían en organismos de derechos humanos, en amigos y familiares.

No veo democracia en ningún lugar, Nosotros no tenemos nada que hacer, La democracia la viven grupos reducidos, es para los de arriba, A los candidatos ni siquiera los escogemos nosotros, ¿para qué votar?, “Estamos abajo, somos unos gatos”, Si yo fuera senador o diputado sí confiaría en la democracia, fueron algunas de las frases con las que manifestaron sus ideas sobre el tema.

La investigación explora participación ciudadana, como las formas en las cuales se está dispuesto o se ha participado, la membresía en organizaciones políticas y sociales. Los jóvenes no son necesariamente institucionales, participan por otras vías.

Otros temas de preocupación juvenil, de acuerdo con la investigación, son la educación, la falta de espacios de expresión y convivencia, y la poca comprensión del mundo adulto.