Toluca, 4 de marzo. Pudo haber sido una goleada épica, pero los Pumas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se conformaron con acertar en dos ocasiones para dar cuenta por 2-0 de unos irreconocibles Diablos Rojos del Toluca. Con la victoria, los del Pedregal dejaron atrás una racha de siete años de no sumar tres puntos en la cancha del estadio Nemesio Diez.

Efraín Velarde y José Antonio García dieron a los auriazules los tres puntos que tanto urgían para mantenerse en la lucha y con aspiraciones de meterse a la liguilla.

Fue un partido en el que la táctica resultó fundamental, pues con su planteamiento el timonel visitante Guillermo Vázquez maniató al peligroso romperredes uruguayo Iván Alonso, con impecable trabajo de Marco Palacios y Darío Verón. En tanto, Fernando Espinosa y David Cabrera hicieron lo propio sobre el desequilibrante Sinha.

Pero además, los juveniles Pumas hicieron resurgir la garra y dinámica, por lo que el encuentro concentró la atención de los aficionados desde los primeros instantes.

Iván Alonso tuvo pocas ocasiones de mostrar su peligrosidad, como al minuto 10, cuando remitió un potente zurdazo que exigió al guardameta Alejandro Palacios, quien se lanzó para desviar y salvar su marco.

Era tal la determinación de los visitantes que se adueñaron del balón, del terreno y de las acciones ofensivas ante un anfitrión que no sabía cómo contenerlos, que lograba a duras penas tocar el esférico, sólo para perderlo enseguida.

El equipo de la UNAM sacó de su repertorio los tiros de media distancia. Al minuto 15, Luis Fuentes realizó largo disparo que Alfredo Talavera, portero de Diablos, desvió por encima del larguero. Al 19, Fernando Espinosa hizo una incursión, superó a los desprevenidos defensas y disparó a quemarropa, pero Talavera tapó con el pecho.

No tardó en caer la anotación. Inició con un pase largo a la derecha para Martín Bravo, quien mandó centro raso; el defensa local Francisco Gamboa esperaba pasivo el balón para reventarlo y no se percató de la llegada, a su espalda, de Efraín Velarde, quien lo madrugó y dio vida al tablero con su anotación e hizo estallar las arengas entre las barras auriazules.

El mediocampista Martín Romagnoli intentó hacer daño a los universitarios, pero sus esfuerzos fueron vanos. En la imagen también aparace Javier CortésFoto Agencia MVT

Los choriceros buscaron reaccionar, pero los de la UNAM tuvieron concentración máxima a la defensiva y se multiplicaron y relevaron en su propia área, a veces sin mucho orden, pero con buena dosis de suerte impidieron cualquier daño. Sinha recurrió a un tiro raso y cruzado, ante el cual el Pikolín II se tendió para adueñarse del balón.

En el segundo tiempo, la primera acción importante la hizo Isaac Brizuela, quien recibió por la izquierda, cerca de la línea de meta, hizo recorrido hacia la derecha, salió entre los defensas y realizó potente disparo que Palacios desvió.

Toluca se lanzó al ataque con desesperación, lo que facilitó los contragolpes del enemigo. Javier Cortés cobró tiro de esquina por la derecha, mandó el esférico al segundo poste, y Gamboa volvió a fallar en la marca, lo que aprovechó un solitario José Antonio García, quien martilló con la cabeza para incrustar el esférico. Fue su primer gol en el máximo circuito y el festejo fue emotivo, con abrazos de todos sus compañeros.

Después del segundo gol, los de casa acentuaron la ofensiva, dejando espacios a sus espaldas que Pumas no supo capitalizar. Cortés, Bravo, el defensa Darío Verón y Michelle Castro fallaron en la definición, incluso algunas opciones parecía más fácil meterlas que equivocarlas, pero el tablero ya no se movió.

Wilson Graniolati, timonel de Diablos, calificó de error garrafal el descuido de Gamboa que derivó en el primer gol. Sabemos lo que es Pumas, en los mejores momentos del equipo nos encontramos con un gol en contra, y luego, cuando vas 2-0, un equipo con la dinámica de ellos es muy difícil llevar. Fueron desatenciones, quizá más en la parte individual, explicó en conferencia de prensa.

Vázquez, técnico de Pumas, señaló: Este puede ser el mejor (juego) que hemos hecho, el equipo estuvo bien parado contra un gran rival. Aquí no importa quién haga los goles, sino que cada quien haga bien su labor, el equipo juegue bien y al final, si fueron los defensas (los anotadores), nos da lo mismo. Consideró que el triunfo puede significar un impulso para clasificar a la liguilla.