Los trabajadores, forzados a ahorrar, apenas alcanzan un rendimiento de 13.7%: Consar
Los recursos en poder de esas administradoras suman un billón 640 mil 892 millones de pesos, 11.8% del PIB; esto las transforma en el segundo intermediario financiero del país
Miércoles 7 de marzo de 2012, p. 31
El aumento sostenido en las aportaciones de los trabajadores al sistema de gestión privada de las pensiones convirtió a las administradoras de fondos para el retiro (Afore) en el segundo intermediario financiero en importancia en el país, sólo debajo de la banca múltiple, reveló información oficial.
Para los grupos financieros propietarios de las Afore, la gestión de los recursos de los trabajadores generó, desde el comienzo de la privatización del sistema en 1997 y hasta diciembre pasado, ganancias por 50 mil 305.9 millones de pesos. Para los afiliados a las Afore, que cotizan bajo un esquema de ahorro forzoso, el rendimiento ha sido en términos generales de 13.7 por ciento en promedio anual en términos nominales, esto es, sin el efecto de la inflación, y de 6.54 por ciento una vez descontado el mismo, según datos de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar).
Fuente de financiamiento para el gobierno y el sector privado, así como para la inversión en instrumentos financieros, incluso algunos de carácter especulativo, los fondos de los trabajadores en poder de las Afore sumaron al cierre de enero un billón 640 mil 892 millones de pesos, 11.8 por ciento del producto interno bruto, según la información de la Consar, organismo regulador del sistema.
En 1998, primer año desde que el sistema de pensiones de los trabajadores afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) fue privatizado, los fondos eran equivalentes a 1.4 por ciento del PIB.
El crecimiento de los recursos del Sistema de Ahorro para el Retiro ha permitido que las Afore ocupen el segundo lugar como intermediario financiero, con 13.6 por ciento de los recursos del sistema financiero, sólo por debajo de la banca múltiple
, explicó Consuelo del Carmen Hoyo Martínez, analista de BBVA Research.
El sistema financiero mexicano está integrado por bancos, fondos de pensión, sociedades de inversión, banca de desarrollo, aseguradoras, casas de bolsa y sociedades financieras de objeto limitado y múltiple, así como entidades de ahorro y crédito popular. La acumulación de recursos propiedad de los trabajadores, gestionados en su mayoría por filiales de grupos financieros, ha generado una masa de ahorro con bajo costo de captación. Para un banco existen costos de captar ahorro relacionados con la apertura y mantenimiento de sucursales, personal y plataforma tecnológica. Las Afore captan ahorro forzoso, que les es transferido automáticamente.
Al cierre del segundo semestre de 2011, los activos de la totalidad de intermediarios financieros en el país sumaron 11 billones de pesos, incremento de 8.6 por ciento en términos reales –ya descontado el efecto de la inflación– en comparación con el año previo, de acuerdo con datos del Banco de México. De esa suma, 13.6 por ciento corresponde a los fondos de los trabajadores en poder de las Afore.
La acelerada acumulación de recursos pensionarios, conjuntamente con una maduración gradual de los agentes del Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR), ha permitido impulsar cambios en la regulación financiera y operativa que han permitido a las Afore obtener buenos rendimientos, dado el perfil de riesgo de los trabajadores
, comentó la analista de BBVA Research, el área de análisis del Grupo BBVA, controlador en México de Bancomer.
De acuerdo con la Consar, con cifras a enero de 2012, el rendimiento neto promedio del SAR en los últimos 24 meses fue de 10.2 por ciento nominal; en los últimos 36 meses equivale a 10.43 por ciento, mientras el rendimiento histórico bruto (antes de comisiones) durante los 14 años de operación del sistema alcanza 13.37 por ciento nominal anual promedio y 6.54 por ciento en términos reales. Entre diciembre de 1998 y el mismo mes de 2011, la inflación fue, en promedio anual, de 6.93 por ciento, según datos del Banco de México y del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
Al cierre de 2011, más de la mitad de los fondos custodiados por las Afore, 58.8 por ciento, está invertida en bonos de la deuda del gobierno federal: otro 18 por ciento –unos 295 mil 360 millones de pesos– se ha canalizado al financiamiento de empresas privadas en el mercado nacional, a través de la colocación de instrumentos de deuda; 3 por ciento a emisiones de deuda de empresas en mercados internacionales; 17 por ciento (290 mil 430 millones de pesos) está colocado en bolsas de valores de México y del extranjero; mientras una proporción menor, de 2.7 por ciento del total se ha invertido en los llamados valores estructurados, que son instrumentos financieros de mayor riesgo.
A partir de julio pasado, una mayor proporción de los recursos podrá ser invertida en instrumentos de renta variable, que se negocian en los mercados bursátiles y cuyo valor está sujeto a las variaciones que se registren en esas plazas.