Uno de los proyectos teatrales más completos en torno a la dramaturgia del autor libano-franco-canadiense Wajdi Mouawad es la puesta en escena en México de la tetralogía La sangre de las promesas, la cual cerrará con el montaje de Cielos, en julio próximo, adelanta Hugo Arrevillaga, director de esa propuesta integrada por las obras Litoral, Incendios y Bosques.

Las cuatro obras invitan a reflexionar en torno a la construcción de la identidad, a partir de profundizar en la memoria individual y social. Mouawad indaga en las raíces de la persona para encontrar no sólo el sentido de la vida, sino los vínculos, la responsabilidad y el compromiso con las generaciones precedentes y las que vendrán, explica Arrevillaga.

En Cielos, la obra gira en torno a una célula antiterrorista que trata de decifrar un código, el cual permitiría conocer distintos atentados en diferentes partes del mundo y así inhibir esos ataques.

La cuestión es que la persona capacitada para descifrar el código, se suicida, llevándose consigo las respuestas. A partir de tal situación, la célula antiterrorista integra a una nueva persona, quien empieza a encontrar pistas relevantes, cuando decodifica un poema y una pintura de Tintoretto.

Wajdi Mouawad, en Cielos, pone énfasis en la necesidad de mirar el aquí y el ahora para resolver un grave problema: el desmembramiento de un grupo terrorista que planea atacar en cualquier momento”.

Para Arrevillaga, la obra cuestiona la responsabilidad de la actual generación respecto del futuro. Como ejemplo alude a la corrupción en torno a la construcción de la Estela de Luz, cuyo costo fue de más de mil millones de pesos; es una daga clavada en el corazón de generaciones futuras, porque de alguna manera están quitándoles la posibilidad de desarrollo a personas que ni siquiera han nacido, incluso que por ello ni siquiera nazcan.

Cielos se estrenará en julio y, mientras, se restrenan Litoral y Bosques, primera y tercera parte de la tetralogía La sangre de las promesas, con temporada de marzo a junio, martes y miércoles, en el Teatro Benito Juárez (calle Villalongín 15, colonia Cuauhtémoc).

Desde el pasado martes, se escenifica Litoral, que narra la historia de Wilfrid, joven que tras la muerte de su padre emprende la búsqueda de un lugar para sepultarlo, por lo que toma una serie de caminos que lo llevan siempre de regreso a su tierra ancestral, donde asiste a la fundación de su propia existencia e identidad.

Asimismo, a partir de ayer, se presenta Bosques, obra en la que seis mujeres descubren la incoherencia de su vida. Su viaje abarcará desde 1917 hasta hoy, en el que los protagonistas y su descendencia, quedarán atrapados en un laberinto de guerras, catástrofes y traiciones, del que sólo podrán salir cuando las promesas traicionadas sean cumplidas.