Josefina Vázquez Mota, precandidata del PAN a la Presidencia de la República, exigió ayer al dirigente del blanquiazul, Gustavo Madero, que se cumpla con la paridad de género y la representación de mujeres que ordena la ley en la integración de las listas de candidatos a diputados y senadores.

Oradora principal en el 16 Encuentro Nacional de Mujeres, pidió a la cúpula panista que se cumpla con el fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que obliga a los partidos a postular fórmulas de abanderados cuyo propietario y suplente sean del mismo sexo.

Recordó que a su partido se le llama conservador, sin embargo, aquí no hay juanitas, enfatizó en un Auditorio Nacional semiocupado por mujeres acarreadas de varios estados del país, que cansadas del trayecto y la espera (casi tres horas) optaron por salir del inmueble en cuanto Vázquez Mota terminó su participación y aún no concluía el acto.

Muy pocas asistentes escucharon a Madero Muñoz, último orador, y menos al mariachi contratado para cerrar la reunión realizada por el Día Internacional de la Mujer. La mayoría llegó temprano tras viajar desde sus estados. Miles bajaron de autobuses que se estacionaron en calles cercanas al auditorio. Con camisetas rosas y azules con el nombre de la entidad de origen, formaron largas filas para ingresar al inmueble –que no se llenó–, donde de nueva cuenta tuvieron que esperar.

Vázquez Mota llegó al auditorio hasta las 11.30 horas, acompañada de Margarita Zavala, esposa del presidente Felipe Calderón; Isabel Miranda de Wallace, candidata del PAN a la jefatura de Gobierno del Distrito Federal; el dirigente del PAN, Gustavo Madero, y la secretaria de Promoción de la Mujer de ese partido, Guadalupe Suárez Ponce.

Saludos y abrazos de las panistas a la abanderada presidencial y a Zavala retrasaron el avance del grupo, lo que provocó que en el auditorio empezaran a chiflar impacientes y a gritar en forma acompasada: ¡Déjenlas llegar!, ¡déjenlas llegar!

Tras media hora de saludos y abrazos, el grupo llegó al escenario donde ya esperaban mujeres de larga trayectoria en el PAN, como Elena Álvarez de Vicencio y Blanca Magrassi de Álvarez.

Margarita Zavala, quien fue calificada por Vázquez Mota de gran activo para el PAN y el país, centró su intervención en los programas de apoyo a la mujer puestos en marcha en la actual administración. Enfatizó que en materia de salud, su esposo ha señalado: las damas son primero.

Vázquez Mota refirió que en la conversación que tuvo con el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, le dijo que había leído un discurso del presidente Barack Obama en el que señalaba que sólo en la Unión Americana, alguien de origen humilde, afroamericano, que había vencido muchas adversidades, podía llegar a la máxima posición para dirigir el destino de su país.

“Mire señor vicepresidente –relató la precandidata–, no sólo eso sucede en Estados Unidos sino también en México”, y compartió al visitante parte de su vida: que nació casi a la medianoche en la casa que tenían sus padres en la colonia 20 de Noviembre, delegación Venustiano Carranza, porque no había dinero para el hospital, y que sólo tenían luz de velas, porque la eléctrica se había ido.

Con una nueva imagen en la que resaltan las luces de su cabello, agregó que sólo un país como México permitiría a la nieta de una mujer que vendía tamales en la feria de Teziutlán, Puebla, para completar el gasto, en alusión a su abuelita, estar ante el vicepresidente de Estados Unidos y aspirar a la Presidencia. La anécdota provocó entre las presentes el grito de ¡sí se puede! ¡sí se puede! A lo cual la panista respondió: ¡por supuesto que se puede!, ¡por supuesto que se quiere!, ¡por supuesto que lo vamos a lograr!

En su intervención de 30 minutos ante diputadas, senadoras y ex candidatas, como Luisa María Calderón, quien contendió por la gubernatura de Michoacán, Vázquez Mota dijo que no ha sido fácil llegar al lugar donde está. No ha sido cuestión de suerte, sino de trabajar incansablemente, enfrentar adversidades y adoptar decisiones.

Más adelante, elogió el trabajo de las mujeres y subrayó que han laborado para no tener que pedir permiso para cuidar su salud o asistir al ejercicio democrático.

Relató que en 1997 el ex gobernador de Guanajuato Carlos Medina la invitó a conocer al entonces presidente del PAN, Felipe Calderón, para ver si la aceptaba como candidata a diputada. Señaló que su esposo Sergio (Ocampo) guardó silencio cuando le contó del hecho. “Volteó y me dijo: ‘te he apoyado en todo, pero en esto no. Primero, porque la política no es para gente honorable, y en segundo lugar, porque vamos llegando a vivir a Chihuahua”.

La aspirante a Los Pinos dijo que de esa experiencia aprendió que la política necesita hombres y mujeres honorables y que nunca volvería a pedir permiso, porque le fue muy mal la vez que lo hizo.

Por último, exigió a Madero que se cumpla cabalmente con la sentencia del tribunal y las mujeres accedan a todas las candidaturas que deben tener a escala nacional, tras lamentar que a veces les cuesta trabajo llegar a distritos competitivos y no falta que se les ubique en lugares perdedores.

El dirigente señaló que ya no se pelea por el voto de las mujeres, por una diputación o una senaduría. El reto es lograr que con el PAN más mujeres participen en todos los espacios decisión de los destinos del país, incluyendo la Presidencia de la República.