Política
Ver día anteriorJueves 8 de marzo de 2012Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

El titular de la SG pide a actores políticos y sociales actuar con mesura en el proceso electoral

Aún lejano, el pleno cumplimiento de la libertad religiosa, dice la CEM ante Poiré

Conmemoran el 20 aniversario de las modificaciones constitucionales en materia de culto

 
Periódico La Jornada
Jueves 8 de marzo de 2012, p. 25

Ante ministros de culto y jerarcas de la Iglesia Católica, así como líderes de otras asociaciones religiosas, el titular de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Poiré, pidió a todos los actores políticos y sociales actuar con mesura, sensibilidad, en libertad y con estricto apego a la ley en el proceso electoral en curso.

Durante la ceremonia por el 20 aniversario de las reformas constitucionales en materia religiosa, enmiendas que marcaron las obligaciones y derechos de las iglesias, el funcionario aseveró que la libertad en este rubro es una expresión de igualdad que de ningún modo conduce a la identificación del Estado o de sus prácticas públicas con actitudes religiosas.

La Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público señala que constituyen infracciones de los ministros de culto asociarse con fines políticos, así como realizar proselitismo o propaganda de cualquier tipo en favor o en contra de candidato, partido o asociación política algunos.

La interpretación de este artículo es diversa, y un sector de la Iglesia católica considera que debe alentar el sufragio en favor de los partidos que defiendan la vida desde el momento de la concepción hasta la muerte natural.

Algunos, como el vocero de la arquidiócesis de México, Hugo Valdemar Romero, han llamado abiertamente a no votar por el PRD (motivo por el cual Gobernación lo sancionó con un apercibimiento). En tanto, en las asociaciones religiosas crece la demanda de mayor libertad de expresión para sus integrantes.

Cultura de la muerte, el enemigo a derrotar

El secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Víctor René Rodríguez, advirtió durante su intervención que el enemigo a derrotar es la cultura de la muerte, el relativismo moral y el materialismo que están destruyendo la dignidad de la persona.

En su opinión, hay muchos aspectos anclados en el pasado, por lo que las sociedades democráticas corren el riesgo de vaciarse éticamente, y defendió la importancia del aporte de las iglesias en la formación de valores y, sobre todo, en la promoción de la vida humana.

En una sociedad democrática –aseveró– deben existir grupos sociales, religiosos y culturales que se ocupen de una irrigación espiritual y ética de los ciudadanos, para que luego ellos, en el libre ejercicio de sus derechos y su participación política, transmitan al Estado el reflejo de estas sensibilidades morales.

“(…) Es lamentable que a veces se promulguen leyes cada vez más alejadas del humanismo y de los valores que impulsan las religiones”, expresó.

Sostuvo que si bien el marco legal en esta materia tiene ya dos décadas de historia, aún estamos lejos de lograr un pleno cumplimiento de la libertad religiosa.

En tanto, el nuncio apostólico en México, Christophe Pierre –presente en la ceremonia–, señaló en entrevista que la libertad de los miembros de una iglesia es un derecho humano, un valor positivo para contribuir desde nuestra fe al bienestar de la nación. Sostuvo que todo ciudadano tiene el derecho a expresarse.

Dijo que el proceso electoral es el acto más noble de la democracia, y el deber de cada una de las personas y de las organizaciones, como la iglesia, es expresarse para que la nación progrese. No le veo nada negativo; la polémica es parte de la vida, pero en el sentido positivo.

Poiré subrayó que la tarea fundamental del Estado laico no es negar la existencia de la religiosidad de la población, sino garantizar las condiciones óptimas para que la libertad religiosa se exprese con con dinamismo y tolerancia en un contexto de derechos y obligaciones.

“Nuestro país –añadió– requiere de la vigencia de un Estado laico fuerte que nos dé a todos la certidumbre y garantía del respeto al inalienable derecho a la libertad religiosa, y donde la participación solidaria y cívica de los actores esté guiada por el respeto absoluto a nuestra norma.”