Violencia, bajos salarios, limitaciones educativas, entre los problemas que enfrentan
Ganan entre 4 y12 por ciento menos que los hombres, de acuerdo con datos del Inegi
Pese al aumento en la matrícula escolar, su liderazgo no es reconocido con cargos públicos
Jueves 8 de marzo de 2012, p. 47
En México viven 57.5 millones de mujeres, la mitad de menos de 26 años, y cotidianamente enfrentan problemas como violencia, bajos salarios, limitaciones educativas y falta de acceso a puestos directivos, señalaron especialistas universitarios.
Tres de cada 10 son madres antes de cumplir 20 años. El porcentaje de nacimientos registrados entre adolescentes en 2010 fue de 18.8; una década antes era de 17.1 por ciento. Una de cada cuatro adolescentes no utiliza anticonceptivos.
En 2006 (fecha de la encuesta más reciente en la materia), 67 de cada 100 mujeres de 15 años y más habían padecido alguna vez en su vida algún tipo de violencia de su pareja u otras personas. El 70 por ciento de los casos de violencia física o sexual de pareja contra mujeres son de severidad grave a muy grave.
Si bien hoy las mujeres tienen mayor acceso a la educación superior (representan 49 por ciento de la matrícula), esto no se refleja en mayores ingresos.
Ana Buquet, coordinadora del proyecto Equidad y Género de la Universidad Nacional Autónoma de México e integrante del Programa Universitario de Estudios de Género de la institución, refirió que datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) muestran que en el país las mujeres ganan entre cuatro y 12 por ciento menos que los hombres.
Esas diferencias salariales se profundizan por sectores, y llegan hasta 52 por ciento en las labores relacionadas con el comercio. En puestos de funcionarios o directivos, tanto en el sector público como en el privado, el salario femenino debería incrementarse 24.9 por ciento para equiparar las percepciones masculinas.
Otras cifras muestran que en 2011, 41.8 por ciento de las mujeres de 14 años y más formaban parte de la población económicamente activa. Dos de cada tres son subordinadas y remuneradas; de ellas, 44.4 por ciento no cuentan con acceso a servicios de salud y más de la tercera parte carecen de prestaciones.
En el foro Rompiendo el techo de cristal, organizado por la Federación de Mujeres Universitarias, Adrián de Garay, de la Universidad Autónoma de México, señaló que la presencia femenina en la educación superior se ha incrementado en cuatro décadas: en 1970 sólo 6 por ciento accedían a ese nivel y para 2010 alcanzan 30 por ciento.
A pesar del incremento en la matrícula, su liderazgo no es reconocido con cargos directivos. En las universidades Autónoma Metropolitana y de Guadalajara más de 90 por ciento de los puestos de dirección corresponden a los hombres, mientras en la Nacional Autónoma de México y Autónoma del Estado de México la cifra de varones en puestos altos es de 69 y 65 por ciento, respectivamente.
Datos oficiales muestran que el nivel de escolaridad de la población femenina de 15 años y más indican que 8.1 por ciento carece de instrucción, 12.7 tienen primaria incompleta, 16.5 primaria terminada, y 26.5 por ciento cuentan con algún grado aprobado de secundaria. Sólo una de cada cinco presenta estudios medios superiores y una de cada seis al menos un grado aprobado a nivel superior.
Al participar en el ciclo Mujeres en movimiento, también efectuado en la UNAM, Paola Velasco, de Amnistía Internacional, lamentó que una de cada tres mujeres en el mundo sea golpeada, obligada a mantener relaciones sexuales o víctima de algún abuso.
Subrayó que la Organización Mundial de la Salud reporta que 70 por ciento de los asesinatos de mujeres son perpetrados por sus parejas o ex parejas y es la principal causa de muerte entre las mujeres de entre 16 y 44 años de edad.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos informó que 7 millones de hogares en México son encabezados por una mujer, quien además de cumplir con su papel de madre y esposa en muchas ocasiones debe trabajar para sufragar gastos familiares.
En un comunicado, el organismo agregó que promueve diversas actividades educativas y de difusión para promover la igualdad entre los géneros.