Sociedad y Justicia
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El país sería dependiente de la biotecnología, precisa Max Correa

Los cultivos, contrarios a biodiversidad y salud humana: central campesina
 
Periódico La Jornada
Sábado 10 de marzo de 2012, p. 34

El informe del relator especial de la Organización de las Naciones Unidas sobre el derecho a la alimentación, Olivier De Schutter, confirma el juicio de organizaciones campesinas respecto de que los cultivos transgénicos no representan una opción económica y son adversos a la biodiversidad y la salud humana, señaló Max Correa, secretario general de la Central Campesina Cardenista (CCC).

Sobre el ofrecimiento de la Secretaría de Agricultura (Sagarpa) a organizaciones campesinas y ambientalistas de dialogar en torno al tema, expresó que “podemos dialogar las veces que sea necesario, pero estamos convencidos de que los transgénicos son un peligro para la biodiversidad del país –particularmente para las semillas nativas de maíz– y que lo que está en juego son intereses económicos, pues está demostrado que la tecnología no es más barata ni más productiva en cuanto a rendimiento por hectárea”.

Además, abundó, nos haría depender de las empresas productoras de esta biotecnología y cada ciclo agrícola tendríamos que comprar el paquete tecnológico: semillas, fertilizantes y pesticidas.

Por separado, Raúl Bedolla, secretario de Organización de la Alianza Campesina del Noroeste (Alcano), apuntó que los riesgos (a los que se refirió De Shutter) están ahí y, de hecho, en lo que respecta a semillas de alto rendimiento ya hay dependencia.

En entrevista, el líder campesino aseveró que México cuenta con una estructura razonable de protocolos de seguridad (en lo que se refiere a cultivo de organismos genéticamente modificados), pero la Sagarpa no debe precipitar el paso, sino aplicarlos a su ritmo.

Advirtió que en el país no existe la estructura para producción y eso genera dependencia, como ya se ha visto en el caso de las semillas de alto rendimiento.

Sobre los daños de cultivos transgénicos, Correa comentó que se han observado afectaciones en colmenas de Campeche y Yucatán, “donde a raíz de que se han aplicado este tipo de semillas transgénicas en algunas oleaginosas –como la soya– están matando prácticamente a las abejas”.