Damasco, 10 de marzo. El gobierno de Siria denunció este sábado que periodistas extranjeros, especialmente de canales de televisión, acompañan a los grupos de terroristas para crear noticias falsas y promover sus acciones contra la estabilidad del Estado.

El Ministerio de Información dijo que las actividades de los periodistas y las empresas a las que representan les hace corresponsables de los ataques a las instituciones sirias y les deja propensos a ser sometidos a la justicia.

La advertencia de las autoridades sirias ocurre dos semanas después de la muerte de dos periodistas extranjeros que se internaron clandestinamente a este país del Medio Oriente, con apoyo de agrupaciones antigubernamentales radicadas en países europeos.

Marie Colvin, una estadunidense colaboradora del The Sunday Times de Londres –del grupo mediático de Rupert Murdoch– y Remi Ochlik, un reportero free-lance de nacionalidad francesa, sin un medio de comunicación específico, fallecieron durante un ataque con morteros perpetrado por el ejército sirio en la ciudad de Homs, el 22 de febrero pasado, cuando se encontraban en un local improvisado para periodistas extranjeros, a cargo de los insurrectos.

El ministerio se deslindó de toda responsabilidad sobre lo que pueda suceder a otros periodistas que entren en Siria sin visa y destacó que adoptará las medidas legales necesarias contra las empresas extranjeras que contraten ilegalmente a su personal en Siria.

La denuncia del gobierno sirio ocurrió en momentos en que el conflicto volvió al centro de la negociación diplomática en la sede de la Liga Árabe en El Cairo, y cuando el enviado especial de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan, se entrevistó en Damasco con el presidente de Siria, Bashar Assad.

Adicionalmente, el Consejo de Seguridad del organismo mundial se prepara para discutir el lunes las revueltas árabes del último año.

Assad dijo a Annan que su gobierno está listo para lograr el éxito en cualquier esfuerzo honesto por encontrar una solución a los eventos que se desarrollan en el país, pero, advirtió el mandatario, ningún diálogo o actividad política puede tener éxito mientras haya grupo armados terroristas operando y desatando el caos y la inestabilidad en el país árabe.

A su vez, Annan expresó al gobernante sirio su grave preocupación por la situación que reina en el territorio y presentó varias propuestas sobre la mesa para poner fin a la violencia y a las muertes, dar acceso al país a las agencias humanitarias y a los miembros del Comité Internacional de la Cruz Roja, liberar a los detenidos durante la confrontación y comenzar un diálogo político incluyente.

En El Cairo, mientras tanto, el canciller ruso, Serguei Lavrov, fue recibido por los 21 ministros de Relaciones Exteriores de la Liga Árabe para discutir durante una hora la problemática de Siria y analizar diferentes soluciones.

El representante de la monarquía qatarí, el jeque Hamad Jassem Thani, se pronunció una vez más por el pronto envío de una fuerza militar árabe e internacional a Siria con fines de pacificación, una propuesta que fue rechazada la semana antepasada en Turquía durante una reunión sobre el tema que congregó a representantes de al menos 60 países, encabezados por Estados Unidos y dos naciones con añejos intereses en la región, Gran Bretaña y Francia.

Lavrov y los cancilleres árabes acordaron impulsar una fórmula de solución pacífica de cinco puntos, que incluye poner fin a la violencia proveniente de todas las partes en conflicto, establecer un mecanismo de supervisión neutral, rechazar toda intervención extranjera, ofrecer a los sirios ayuda humanitaria sin obstáculos y apoyar firmemente la labor de Annan, enviado especial de la ONU y de la Liga Árabe en Siria.

Desde Beirut, mientras tanto, el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con oficinas en Londres y otras ciudades de Occidente, informó que, según datos enviados por sus representantes en la localidad de Idlib, el ejército sirio ocupó esta ciudad del norte del territorio, con saldo de 62 muertos.