El Gobierno del Distrito Federal (GDF) emitirá un nuevo bono por 2 mil millones de pesos en el mercado de valores para financiar la conclusión de la línea 12 del Metro. Esta obra incrementó a 53 mil millones de pesos el monto de la deuda pública en esta administración, pero la cifra es totalmente manejable, por lo que se mantiene una calificación triple A y existe un reconocimiento de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) por su manejo, señaló el subsecretario de Planeación de la Secretaría de Finanzas, Édgar Amador.

Hoy día, admitió el funcionario, se tiene la deuda más grande del país en términos nominales, porque somos la economía más grande. Pero eso no significa ningún riesgo para las finanzas públicas, pues está bien usada en obras como el Metro, adquisición de cámaras de vigilancia, equipamiento del transporte público y agua, alcantarillado y drenaje.

Respecto del producto interno bruto (PIB), afirmó, el Distrito Federal es una de las entidades con menos deuda, pues significa 2.1 por ciento, por abajo del promedio nacional, que es de 2.3 por ciento, y su servicio no supera 3.5 por ciento del presupuesto, razón por la cual el Congreso de la Unión no tuvo empacho para aprobar el techo de endeudamiento por 5 mil millones de pesos, Fitch and Raitings en mantener la calificación triple A y la ASF en darnos una palmadita.

El funcionario explicó en entrevista que si la deuda se utiliza en proyectos que van a producir crecimiento económico para la ciudad, como la línea 12 del Metro, no debemos tener ningún problema, porque generará más empleos y se traducirá en más impuestos sobre nómina y adquisición de inmuebles, al incrementarse el valor inmobiliario en Tláhuac, Iztapalapa y Benito Juárez, y contribuirá a la riqueza de la ciudad.

Por ello se decidió emitir otro bono (el octavo) en el mercado de valores por 2 mil millones de pesos en el tercer trimestre del año, que son muy demandados por los inversionistas hasta una proporción de seis a uno.

Beneficios financieros

Asimismo, permiten financiar obras de infraestructura a largo plazo sin tener que recurrir únicamente a los bancos, como antes sucedía, con mejores tasas de interés y con la posibilidad de sacar ese monto en una o dos emisiones, indicó Amador.

Para los participantes significa una buena inversión, porque ofrece un rendimiento atractivo y gran seguridad, mientras a las entidades les permite contar con mejores condiciones de financiamiento, por lo cual se decidió incursionar en este mercado desde 2003, destacó el subsecretario de Planeación. Para concluir, comentó: no percibimos ningún indicador de la deuda que pueda preocuparnos en el curso de los próximos 10 años.