El realizador tuvo un torcido y obsesivo amor
por Tippi Hedren, afirma el guionista
Era un fabuloso entrenador de drama; me dio una educación que me hubiera llevado 15 años adquirir, dice la estrella de Los pájaros y Marnie
Arruinó mi carrera, pero no mi vida
Lunes 12 de marzo de 2012, p. a13
Calificar de ambivalente la actitud de Tippi Hedren hacia Alfred Hitchcock sería subestimar el caso en grado extremo. La estrella de Los pájaros (1963) fue la presentadora de una noche de pasajes y música de los filmes del director en el suburbio londinense de Croydon, y en esa ocasión habló a The Independent sobre su relación con el cineasta.
La ex actriz destila nostalgia sobre los compositores favoritos del cineasta británico, pero un momento después describe en escalofriante detalle el acoso sexual al que él la sujetó.
Es una historia que hace mucho tiempo pasó a la leyenda del cine. Hedren era la rubia glacial que supuestamente tomaría el lugar de Grace Kelly como la protagonista favorita de Hitchcock. Él le dio un contrato y la preparó para ser estrella, pero poco a poco su obsesión por ella creció: quería que se acostara con él. Cuando ella se negó, el rollizo sesentón la retuvo dos años bajo contrato por 600 dólares semanales, pero sin trabajar.
Arruinó mi carrera, pero no mi vida
, es como Hedren sintetiza la experiencia hoy día.
Sienna Miller, protagonista de La chica
Un nuevo filme de la BBC, con Sienna Miller como Hedren y Toby Jones como Hitchcock, estará pronto en las pantallas. The Girl (La chica), dirigido por Julian Jarrold, es una mirada a lo que su guionista, Gwyneth Hughes, ha llamado el torcido y obsesivo amor
del director por la actriz. El título alude a la forma en que Hitchcock se refería a Hedren cuando ella –según palabras de ella misma– cayó de su gracia
. Promete ser una película perturbadora en extremo, pero fue hecha con la bendición total de la actriz, hoy de 82 años de edad. Sienna Miller fue a verla al santuario de la vida silvestre Shambala Preserve, propiedad de la actriz. Congeniaron de maravilla.
“Fue una época muy difícil para mí –comenta Hedren de sus años con Hitchcock–. Es horrible que alguien se obsesione así. Cualquier mujer que ha estado en esa condición coincidirá conmigo. Le pedí que me rescindiera el contrato, pero me dijo: ‘No puedes. Tienes que criar a tu hija y tus padres envejecerán’.”
¿Por qué Alma, la esposa de Hitchcock, que tenía fama de ser formidable y práctica, no intervino para detener el acoso?
“Es lo que se hubiera esperado de ella, ¿verdad? Tampoco entiendo esa relación. Un día ella se me acercó y me dijo: ‘Me apena mucho que tengas que pasar por todo esto’.”
Era común que Hitchcock coqueteara con sus damas protagonistas. Sin embargo, con Hedren la infatuación llegó mucho más lejos. Tuvo su lado positivo: le dedicó mucho más atención que a otras actrices novatas.
Era un fabuloso entrenador de drama. ¿Quién mejor que Alfred Hitchcock? Y como director era impecable. Aprendí mucho.
Cierto, la hizo soportar escenas extenuantes tanto en Los pájaros como en Marnie, pero ella insiste en que sus enseñanzas fueron invaluables.
Me dio una educación en cine que me habría llevado 15 años adquirir. Fue un tiempo asombroso. Me hacía sentar en las reuniones de cada fase de la producción.
Ríe con afecto al recordar el gusto de Hitchcock por decir chistes y recitar epigramas obscenos. También reconoce que la mayoría de sus actores y colaboradores le tenían gran estima.
Trabajaba una y otra vez con las mismas personas, que le eran muy fieles. Era muy listo: si uno no trata bien a las personas con las que trabaja, no obtendrá los resultados que desea.
Lo desconcertante al entrevistar a Hedren es esa extraña mezcla de admiración y desdén por Hitchcock. Es evidente su orgullo por su trabajo en Los pájaros y (sobre todo) en Marnie, donde hacía de una cleptómana frígida que teme a las tormentas, papel nada fácil para una actriz de poca experiencia.
Investigué mucho. Leí varias veces el libro de Winston Graham, hablé con sicólogos y siquiatras. Sólo en fechas recientes se descubrió que si un niño sufre una experiencia traumática y no es atendida, los efectos en su vida posterior son horribles.
En su tiempo, los críticos no entendieron Marnie.
Sabíamos que era algo muy nuevo y que muchas personas no la aceptarían. Pero al pasar los años se ha vuelto una película favorita de muchos cinéfilos de corazón.
Hedren habla en plural refiriéndose a los otros colaboradores y al propio Hitchcock. Estaban juntos, como verdaderos camaradas. Sin embargo, él saboteó su carrera.
“Cuando terminamos Los pájaros y Marnie, yo estaba en la cresta de la ola”, recuerda. Sin embargo, como Hitchcock rechazaba una y otra vez solicitudes de otros directores que querían trabajar con ella, la ola se desvaneció.
Pese a toda la atención que ha recibido por su labor de salvar a los leones y por sus películas con su hija, Melanie Griffith (con quien pronto volverá a trabajar en la pantalla), o sus cintas más recientes con directores como John Schlesinger, Alexander Payne y David O Russell, no hay nada en su trayectoria que llame tanto la atención como Los pájaros y Marnie. Las cintas de Hitchcock han crecido con el tiempo en vez de disminuir, y la historia de la lucha de la actriz con el director ha alcanzado un nivel casi mítico.
Cuando por fin se desprendió de los vínculos contractuales con Hitchcock, Hedren se fue a trabajar con otro cineasta británico tal vez aún más famoso –Charlie Chaplin– en La condesa de Hong Kong. Sin embargo, no era la estrella principal (su nombre venía en los créditos detrás de Marlon Brando y Sophia Loren).
Trabajar con Chaplin fue una delicia, pero La condesa de Hong Kong no fue uno de sus filmes más memorables, y desde luego no tuvo el impacto de Los pájaros y Marnie. Hitchcock se puso furioso de que Hedren lo traicionara filmando con otro director. Dicen que casi le dio un infarto
, apunta ella.
Una ironía perdurable, dado lo traumático que fue su tiempo con Hitchcock, es que siempre que trabaja piensa en él. “Uso todo lo que me enseñó de actuación… Me siento muy agradecida por la educación que me dio en lo referente a hacer películas.”
© The Independent
Traducción: Jorge Anaya