Dolores Hidalgo, Gto., 12 de marzo. Enrique Peña Nieto rindió protesta hoy como candidato a la Presidencia por los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Verde Ecologista de México (PVEM), con un mensaje en el que aseguró que México dice: ¡basta ya de mal gobierno!

Durante la sesión del Consejo Político Nacional de PRI, el priísta afirmó que el país ya no resiste más de lo mismo y convocó a una nueva alternancia que deje atrás dos sexenios de Acción Nacional que incrementaron la pobreza, la inseguridad y redujeron las oportunidades para los jóvenes.

Hoy queda claro que el gobierno ha sido incapaz de proteger a las familias. Ésta ha sido una etapa de sangre, violencia y muerte. Vivir con miedo, angustia, eso no es vida. México ya no quiere más de lo mismo.

Resaltó que si bien en su eventual gobierno no se podrán borrar las deficiencias de estos últimos 12 años, sí podemos asumir plenamente la responsabilidad de los años por venir. Es claro que la mayoría de la sociedad mexicana quiere un cambio, y resalta la mediocridad y exige que las cosas se hagan bien.

Explicó que su toma de protesta se dio en este municipio, la cuna de la Independencia, porque de aquí surgió un movimiento contra la humillación, el abuso y la desigualdad.

Peña Nieto rindió protesta por la grandeza de México, en una ceremonia a puerta cerrada, en el auditorio municipal Mariano Abasolo, exclusivamente ante 780 de los mil 200 consejeros políticos que asistieron a la ceremonia, para no romper la denominada veda electoral. Ni siquiera asistieron los gobernadores, y funcionarios del partido incluso anotaron que no estuvieron los que no tenían que estar.

Eso sí, se concentró la clase política príista, y entre las figuras de antaño del tricolor reapareció el ex candidato presidencial Roberto Madrazo Pintado, ya sin su bigote característico y seis años después de que un sector de su partido operó para que perdiera frente a Felipe Calderón. Pero hoy estaba aquí, aplicando para sí una de sus máximas: Nadie gana todo ni nadie pierde todo; todos ganan, porque gana el partido.

También fue el momento del regreso a las grandes ligas priístas de Fernando Ortiz Arana, el otrora poderoso FOA, a quien en 1994, como presidente nacional del PRI, sus allegados quisieron postular como sucesor de Luis Donaldo Colosio, con un fax, pero al que le ganó el videodestape de Los Pinos, donde el senador Manlio Fabio Beltrones fue el protagonista.

A ambos este lunes los separaron apenas unas butacas en la primera fila, pero, en los contrastes de la política, a Beltrones los priístas le siguen reconociendo haber desistido de sus aspiraciones, y a Ortiz Arana apenas algunas manos le fueron extendidas en el saludo.

Los consejeros de a pie fueron colocados en las gradas del auditorio. Abajo se regodeaban también con su eterna presencia personajes como Carlos Armando Biebrich, considerado la joven promesa del echeverrismo, y el dirigente petrolero Carlos Romero Deschamps, quien tendrá seis años más de fuero como senador.

El PRI y el equipo de campaña de Peña Nieto cuidaron todos los detalles de la toma de protesta: primero, que empezara a las 12 en punto, para contrastar con el retraso en la de Josefina Vázquez Mota; luego, que además de los consejeros, asesores y cuerpo de seguridad los únicos no integrantes de la cúpula fueran los de la batucada, y que Peña Nieto no leyera su discurso de hojas impresas, sino de dos teleprompter. Aun así, no estuvo exento de cometer tropiezos en la pronunciación.

La ceremonia duró exactamente 30 minutos, de los cuales 20 fueron del discurso del candidato, cinco del dirigente nacional del tricolor, Pedro Joaquín Coldwell, y cinco de personas elegidas para expresar sus peticiones a Peña Nieto, en lo que se denominó Los sentimientos del pueblo de México, y cada uno de los cinco participantes terminó su breve intervención con la frase Enrique, creo en ti, parafraseando el poema de Ricardo López Méndez.

Gabriela (quien está embarazada) pidió un sistema de salud donde no tenga que esperar tantas horas para ser atendida; Carlos Rafael Flores, universitario de Tijuana, oportunidades para los jóvenes; el mixteco Valentín Ramírez, de Santa María Peñoles, Oaxaca, resolver las carencias de su comunidad. No con esto te estoy pidiendo que nos des todo, pero sí que nos ayudes.

En su turno la niña Dafne, a quien los priístas aplaudieron cuando dijo que venía de Nezahualcóyotl, solicitó: Tengo ganas de estudiar para ser doctora de grande. Yo quisiera aprender en una escuela bonita; finalmente, la ama de casa Miriam Solana solicitó que el candidato termine con la violencia: Me aterra que mis hijos anden en la noche por las calles.

Después, Peña Nieto afirmó que asume la responsabilidad de ser candidato, y posteriormente Presidente de la República, para hacer que el país regrese al camino de la paz y de la armonía; dejar atrás el miedo y recuperar la esperanza; cambiar para bien la vida de millones de mexicanos y recuperar el sentido de familia.

Antes de tomar la protesta a Peña Nieto, Joaquín Coldwell lo definió como el candidato de la transformación, repitiendo la fórmula que utilizó Eviel Pérez Magaña en la elección de Oaxaca en 2010; el dirigente priísta citó a Marx para expresar que la historia de México no puede repetirse como una tragedia. No queremos volver a vivir versiones duplicadas de la violencia, resaltó.

También se dio tiempo para cuestionar el modelo propuesto por el candidato del Movimiento Ciudadano, Andrés Manuel López Obrador, al asegurar que México sí puede crecer y crear prosperidad y riqueza, pero eso no se logrará ni con más de lo mismo ni tampoco con ofrecimientos vacuos como la república amorosa.

El también senador por Quintana Roo (y ex gobernador de esa entidad) sostuvo que el PRI se concentró en Dolores Hidalgo, la tierra de nuestros orígenes como país, para enviar un mensaje de esperanza. México no puede estar condenado a la violencia ni al estancamiento; la pobreza no puede ser destino para millones de mexicanos.

Después de la ceremonia, Enrique Peña Nieto se dirigió a la plaza de armas de Dolores Hidalgo, acompañado por Manlio Fabio Beltrones y Madrazo Pintado, para depositar una ofrenda floral en el monumento a Miguel Hidalgo y Costilla, padre de la patria.