La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Procuraduría General de la República (PGR) presentaron ayer a Erick Valencia Salazar y/o Gerardo Sánchez Espinosa, El 85 y/o El Erick, presunto líder del cártel de Jalisco Nueva Generación, y a dos de sus principales lugartenientes, quienes fueron detenidos el pasado 9 de marzo en una operación de precisión destinada a debilitar de manera contundente las estructuras de mando, operativa y logística de los grupos delincuenciales quetienen presencia en esa entidad.

El general Ricardo Trevilla dio lectura a un comunicado en el que sostuvo que, a partir de la muerte de Ignacio Nacho Coronel –ocurrida en un enfrentamiento con el Ejército en julio de 2009–, y la detención de Óscar Orlando Nava Valencia, El Lobo, y Juan Carlos Nava Valencia, El Tigre, se fracturó ese grupo delictivo. Valencia Salazar asumió el liderazgo del cártel Jalisco Nueva Generación y tomó el control del tráfico de drogas en la ruta del Pacífico, principalmente a través del puerto de Manzanillo, Colima; otros formaron La Resistencia, encabezados por Elpidio Mojarro Ramírez, El Pilo.

Estos grupos, añadió Trevilla, iniciaron una pugna por el control de las actividades ilícitas en Jalisco y Colima, pero impuso su hegemonía el cártel de Jalisco Nueva Generación; mientras que La Resistencia se alió con Los Zetas.

Posteriormente Valencia Salazar inició una etapa de expansión hacia Michoacán, Morelos, Guerrero y Veracruz. Eso le permitió coordinar la recepción de cocaína y efedrina –para la elaboración de drogas sintéticas–, procedentes de Colombia y China, respectivamente. Además, logró expandir su organización –dependiente del cártel del Pacífico, que encabeza Joaquín Loaera, El Chapo Guzmán– a Michoacán, Morelos, Guerrero y Veracruz.

Aunque se presume algún parentesco entre Valencia Salazar y los hermanos Nava Valencia, el vocero de la Sedena .-quien no permitió preguntas- no hizo alusión a un posible parentesco entre ellos.