La participación del Ejército mexicano en el combate al crimen organizado es obligatoria y está justificada en la Ley Orgánica de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), sostuvo el general brigadier Ricardo Trevilla Trejo, director de Comunicación Social de la dependencia, al impartir un taller para periodistas sobre los objetivos y labores de esa institución.

No sé cuántos niños habrían caído en las drogas ni cuánto hubieran ganado los narcotraficantes si no se hubiera aplicado esta estrategia del Estado mexicano, en la que está legalmente especificada la participación del Ejército, porque dejó de ser un problema de seguridad pública y escaló (sic) a uno de seguridad interior, destacó.

El subdirector de Comunicación Social, teniente coronel Francisco Enríquez Rojo, y el coronel Víctor Cansino, jefe de Averiguaciones Previas de la Procuraduría General de Justicia Militar, manifestaron que el llamado fuero de guerra no es un privilegio constitucional como el que tienen los diputados, sino una jurisdicción especial que permite aplicar normas especiales para los militares que incurran en actos delictivos.

Trevilla Trejo reconoció que hay mandos que se han coludido con el crimen organizado, pero, aseguró, no representan más de dos por ciento de todo el cuerpo del Ejército y la Fuerza Aérea, integrados por 200 mil elementos.

Uno de los problemas que enfrenta el Ejército, explicó el director de Comunicación Social, es que el cuerpo militar se encuentra atado de manos, porque el derecho internacional lo impide al Estado.

Por ejemplo, expuso que el Ejército mexicano no tiene permiso para utilizar lanzacohetes, morteros o lanzagranadas en el combate al narcotráfico, porque las normas del derecho internacional humanitario se lo impiden.

En este sentido, Trevilla Trejo sostuvo que es un mito el dicho de que la delincuencia organizada está mejor armada que las fuerzas del gobierno.

Actualmente, dijo, se encuentran desplegados en todo el territorio 45 mil elementos de infantería y otros agrupamientos del Ejército asignados a combatir los cárteles de la droga y a contener a la delincuencia organizada.

Destacó que la estrategia aplicada tanto por los organismos de seguridad pública como por la fuerzas armadas es la indicada, pues busca no sólo desarticular a los líderes de estas agrupaciones criminales, sino reconstruir el tejido social.

Destacó que 99 por ciento de efectivos militares ya cuentan con preparación enfocada al respeto de los derechos humanos, y sostuvo que son mínimos los casos en que algún soldado viola las garantías individuales de los ciudadanos.

Este taller continuará hasta el próximo miércoles en diversas instalaciones del Ejército.