No es primera vez que el mandatario francés ofende a un comunicador
imbécila periodista de televisión durante acto oficial
Sábado 17 de marzo de 2012, p. 23
París, 16 de marzo. ¿Crees que me importa lo que dices? ¿Qué quieres que te diga? ¡Mira qué imbécil!
Con estas palabras respondió este viernes el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, a un periodista de la televisora TF1 que le preguntó su impresión sobre la represión de la policía a trabajadores de una empresa siderúrgica que el jueves protestaron en París.
Contrariado por la cuestión, el mandatario perdió el control frente al reportero Laurent Desbonnets y evadió la pregunta, pero inmediatamente trató de componer la situación frente a varios periodistas y allegados del gobernante.
Tomó de un brazo a su interlocutor y agregó, mientras mostraba una sonrisa: Bueno, no, parece simpático. Es joven
.
El pasado jueves, agentes de la policía dispersaron con gases lacrimógenos una manifestación de trabajadores de la compañía Arcelor Mittal en la capital francesa, donde gritaron consignas en las inmediaciones de la casa de campaña de Sarkozy, quien buscará la relección presidencial el 22 de abril ante otros nueve candidatos.
Minutos antes, el presidente francés había acusado a los obreros metalúrgicos sindicalizados de querer intervenir políticamente en los comicios.
La prensa francesa –incluida la televisora para la cual trabaja Desbonnets– minimizó el incidente en los sitios de Internet, pero la noticia fue ampliamente leída y comentada en medios políticos.
No es la primera vez que Sarkozy ofende públicamente a sus adversarios o a los periodistas. En 2007 calificó de escoria
a los jóvenes negros y árabes que residen en las colonias suburbanas de París, las más pobres del país, cuando éstos realizaban una protesta violenta contra las condiciones económicas y la represión policial.
Un año después insultó a un agricultor que protestaba contra la situación económica, diciéndole ¡Piérdase, idiota!
Sarkozy, que representa a un partido de derecha, se ubica en segundo lugar en los sondeos de opinión de los votantes, por debajo del dirigente socialista Francois Hollande, ex esposo de la anterior candidata de la izquierda, Segolene Royal, quien perdió frente al derechista en 2007.
Las encuestas anticipan que la primera vuelta electoral del 22 de abril será insuficiente para decidir quién será el próximo presidente francés, y que a pesar de los esfuerzos del mandatario conservador por conquistar el respaldo de los votantes de ultraderecha –con propuestas como la restitución de los pasos fronterizos en los límites de Francia–, se prevé que habrá segunda vuelta el 6 de mayo, y ahí la victoria será de Hollande.