El Distrito Federal se ha convertido en un sitio seguro para instalar casinos. En los cinco años recientes su número creció mil 800 por ciento, al pasar de dos a 36, con inversión aproximada de 4 mil 680 millones de pesos, informó Miguel Ángel Ochoa, presidente de la Asociación de Permisionarios Operadores y Proveedores de la Industria del Entretenimiento y Juego de Apuestas.

Su operación, aclaró, no causa problemas al Gobierno del Distrito Federal ni a los vecinos, pues es mito que sean lugares para lavar dinero, sean propiedad de la delincuencia organizada, haya alcoholismo, drogadicción o prostitución o se aliente la ludopatía; prueba de ello es que no hemos tenido una sola manifestación en contra de su instalación.

Actualmente, 36 mil personas en promedio diario en la ciudad acuden a jugar en las 90 mil máquinas instaladas en los 318 centros de apuestas remotas y salas de sorteo de números que existen en el país. El 65 por ciento de los clientes son mujeres solas, mayores de 40 años, que dedican alrededor de cuatro horas a divertirse, con un gasto promedio de 350 pesos, señaló.

El representante de la aso- ciación explicó que sus socios cuentan con seis de 27 permisos otorgados por la Secretaría de Gobernación o el Poder Judicial en las últimas seis décadas, que amparan la instalación de 561 establecimientos, lo que implica que en los próximos cinco años abrirán las 243 salas faltantes, lo que significará un crecimiento de 70 por ciento de la industria del entretenimiento.

La ciudad de México concentra 15 por ciento del mercado nacional, pero, a diferencia de los estados del norte, no tiene problemas con el cobro de seguridad y vigilancia, que derivó en el incendio del Casino Royal, en Monterrey, al negarse sus dueños a pagar esta extorsión, aunque el lugar no contaba con un permiso, sino con un amparo judicial, producto de las lagunas de una ley que no ha sido modificada desde 1947, precisó.

Dicha situación permitió también que Jorge Hank Rhon, con Grupo Caliente, cuente con nueve de los 27 permisos. Uno de ellos con vigencia de 25 años y un número ilimitado de centros de apuestas remotas y sorteos, lo que ha derivado en una prohibición por parte del gobierno de Baja California, que no prospera por tratarse de un asunto federal. Otros 24 permisos tienen vigencia de 25 años y dos ilimitada: Espectáculos Deportivos Frontón México y Comercial de Juegos de la Frontera, agregó.

La Asociación de Permisionarios de Juegos y Sorteos, donde se encuentran Grupo Caliente, Play City de Televisa –con 65 salas– y CIE –Hipódromo de las Américas–, concentra 60 por ciento del mercado, mientras nosotros tenemos 35 por ciento y el resto son independientes, aunque el sector ha tenido un crecimiento ordenado y en el Distrito Federal está en las delegaciones Miguel Hidalgo, Benito Juárez, Álvaro Obregón y Cuajimalpa, principalmente.

Señaló que se pagan impuestos federales por 210 millones de pesos, 15 por ciento del total del país, aunque falta mucho para acabar con el juego ilegal creciente, pues tenemos una indefinición del gobierno federal en materia de juegos y sorteos, un marco jurídico rebasado por la tecnología y discrecionalidad en la entrega de permisos.