Singapur, 21 de marzo. No debemos permitir que la industria tabacalera tome ventaja sobre los gobiernos ni que continúen con prácticas de intimidación. Por el contrario, los países están en el camino para erradicar el tabaquismo y empoderar a los jóvenes a fin de que tomen las mejores decisiones, advirtió Margaret Chan, presidenta de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Al encabezar la primera sesión plenaria de la 15 Conferencia Mundial sobre Tabaco o Salud, la dirigente afirmó que las naciones también necesitan de las organizaciones de la sociedad civil y de los medios de comunicación para avanzar en la aplicación del Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT), sobre todo en estos momentos en que la industria ha cambiado sus tácticas y ya no es más un lobo con piel de oveja. Ahora está afuera con una política extremadamente agresiva.

La conferencia reúne a 2 mil 600 delegados y tomadores de decisiones de cien países y se realiza en Singapur, en una región del mundo (el sudeste asiático) donde se encuentra el mayor número de fumadores, alrededor de 662 millones de individuos, de los cuales entre 60 y 70 por ciento son hombres, aunque crece rápido la prevalencia entre las mujeres. Singapur se distingue por una agresiva política antitabaco.

En la sesión se presentaron experiencias de Turquía, Uruguay, Australia y Noruega, naciones que cuentan con estrategias fuertes para erradicar el consumo y con las cuales han logrado reducir el consumo.

Destacaron las acciones de Turquía, cuyo impuesto a los cigarros representa 80 por ciento del precio al consumidor, y Australia, donde los pictogramas ocupan más de la mitad de la cara frontal de las cajetillas, las cuales además carecen de información de marcas comerciales.

La experiencia de Noruega también llamó la atención, entre otras, por un mensaje en medios de comunicación que advierte sobre la estrategia de la industria de dirigirse a los pobres, los niños, la población negra y los estúpidos para incitarlos a fumar. Además de contar con medidas severas para abatir el tabaquismo, estas naciones también coinciden en que enfrentaron demandas judiciales de los fabricantes de cigarros que alegaron acciones de inconstitucionalidad.

Cada caso fue resuelto por la Corte Suprema de cada país a favor de las políticas de salud, en lo que la OMS identifica como una estrategia intimidatoria de la industria tabacalera. Quisieran que se generara un efecto dominó para frenar las iniciativas de regulaciones de otros gobiernos, advirtieron los representantes de los países.