Acusa a Armando Quintero de controlar la delegación Iztacalco
Viernes 23 de marzo de 2012, p. 42
Emilio Serrano, dirigente del movimiento Revolución Blanca, renunció a su militancia perredista y se declaró diputado independiente al denunciar que Armando Quintero es el jefe de la mafia política en la delegación Iztacalco, donde impuso a una candidata dócil para preservar negocios inconfesables
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De hecho, Serrano –quien llevaba más de dos meses criticando el proceso de elección de aspirantes a delegados y diputados locales del PRD– recibió desde hace unas semanas la invitación del PVEM para ser su candidato a jefe delegacional en Iztacalco, por lo que a partir de hoy comenzarán las pláticas con la dirigencia de ese partido para determinar si acepta la postulación a ese cargo bajo la coalición PRI-PVEM. La respuesta a ese ofrecimiento, según dijo el mismo diputado federal, la dará a conocer el lunes próximo.
En la elección de consejeros perredistas efectuada en noviembre pasado, el equipo político de Serrano encabezó la planilla 287, la cual obtuvo 190 votos en el distrito electoral 15, y 80 en el 16, contra mil 535 que obtuvo la planilla 200 en el primero de esos distritos, y mil 406 en el segundo.
En conferencia de prensa efectuada en la Cámara de Diputados, Emilio Serrano explicó que su salida del PRD obedece a que de siete precandidatos a la candidatura por la jefatura delegacional de Iztacalco, cinco declinaron en su favor, y ni aún así imperó la razón, sino el interés ominoso y espurio de Armando Quintero, quien actúa como un mafioso, quien se ha apoderado de esa delegación como si se tratara de un botín personal y sin control alguno
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Consideró que Quintero ha facilitado la descomposición política del PRD en la delegación. Ha propiciado el atraso, la pobreza y sobre todo la marginación de miles de familias que a diario se ven sujetas a sus caprichos y negocios; seguramente los ciudadanos le harán pagar su soberbia porque piensa que con sus clientelas ganará la elección, pero se equivoca el jefe mafioso porque será derrotado, porque la población está cansada.