Ante el hecho de que Benedicto XVI no se reunirá con las víctimas de sacerdotes pederastas durante su visita a México –como sí ha hecho en otros países– con el argumento de que el Episcopado Mexicano no lo solicitó, José Barba, uno de los ocho ex legionarios de Cristo que denunciaron los abusos sexuales de Marcial Maciel, líder de esa congregación, apuntó que el Papa no tiene que hacer una agenda que le marquen los obispos.

En entrevista, aclaró que eso se ha comentado mucho pero nadie nos preguntó si queríamos, pero independientemente de ello el Papa no tiene que hacer una agenda que le marquen los obispos en estas cuestiones porque el problema supera todo.

Consideró que la actitud del Vaticano es coherente con la de los obispos mexicanos, quienes desde que el problema salió a la luz pública denotaron agresión hacia ellos, en lugar de preocupación y acompañamiento.

Sobre las declaraciones de jerarcas católicos en el sentido de que no conocían a las víctimas, si bien éstas se han presentado ante los medios de comunicación, Barba apuntó que lo que la Iglesia quiere es que las víctimas vayan con ellos y pidan su intervención pero, recordó, “cuando nosotros lo hicimos nos dijeron repetidas veces que ‘hay que dejar todo en manos de Dios’”.

La jerarquía de la Iglesia no ve que los católicos también somos ciudadanos de diversos países y tenemos derechos. Ellos quieren someternos porque en el fondo no hay interés por las almas, sino el afán de tener poder y mantenerlo.

El también ex legionario Saúl Barrales consideró que el que no haya un encuentro con las víctimas en México es una muestra de que no hay voluntad de parte del Vaticano por resarcir el daño y defender la verdad.