Chicago, 26 de marzo. En Estados Unidos, un promedio estimado de dos mil jóvenes menores de 25 años mueren cada año de un paro cardiaco súbito (SCA, por sus siglas en inglés), lo que hace urgente contar con un registro de estos casos a fin de comprender sus causas.

En declaración publicada esta semana en su revista Pediatrics, la Academia Estadunidense de Pediatría (AAP) expone la gravedad del SCA, pérdida brusca e inesperada de la función del corazón que si no es tratada en cuestión de minutos puede resultar en muerte.

La AAP, con sede en Chicago, proporciona orientación a los pediatras sobre una alteración cardiaca subyacente que podría predisponer a los jóvenes al SCA.

El paro cardiaco súbito puede ocurrir a edades muy tempranas y en estado de reposo, aunque la participación deportiva aumenta el riesgo para las personas con trastornos cardiacos subyacentes.

Prevención

La declaración precisa que la prevención de estas tragedias es una preocupación de profundo efecto social, incluyendo niños, padres, familiares, comunidades y proveedores de atención médica.

Invita a los pediatras a estudiar sobre la frecuencia de SCA, las causas, presentaciones de enfermedades específicas, el papel del paciente y la familia, pruebas genéticas, así como aspectos importantes de una prevención secundaria.

Indica que muchos trastornos cardiacos son conocidos por ser de origen genético, por lo que una evaluación de los miembros de la familia es un paso fundamental en el diagnóstico general depredisposición de los jóvenes a un SCA.

La organización afirma que antes de un paro cardiaco súbito los síntomas comunes en los pacientes con trastornos estructurales o funcionales pueden incluir mareos, dolor en el pecho, dificultad para respirar, vómito, desmayos y/o convulsiones.