Despertar de la república dancística mexicana rescata del olvido esa historia no oficial de la danza, esa época prolífica en que el arte coreográfico, que impactaba y emocionaba, reunía a escritores, pintores, músicos, intelectuales y periodistas, además de ser un acontecimiento para la familia, afirma Patricia Aulestia, autora de este libro, resultado de 23 años de investigación, que se presentará hoy en el Club de Periodistas de México.

“En estos momentos de terremotos, no sólo el natural ocurrido la semana pasada, sino también el político, la danza es un solaz, un descanso espiritual por medio de la emoción, comenta la bailarina y coreógrafa Patricia Aulestia, fundadora del Centro Nacional de Investigación, Información y Documentación José Limón, del Instituto Nacional de Bellas Artes.

Periodo anterior a 1939

El libro, primero de tres, es el resultado del esfuerzo por sacar del olvido esa epopeya de los años anteriores a 1939 de los artistas que vinieron a México y se fueron, como Anna Pavlova, y de aquellos que se quedaron, como Miss Carroll. Busca sacar a la luz los nombres y trabajo de creadores nacionales, como los bailarinas Gloria y Nellie Campobello, Guillermina Bravo y Pedro Rubín; del músico Carlos Chávez y de pintores, como Miguel Covarrubias y Adolfo Best Maugard, que con pasión y tenacidad llevaron el nombre del país a los escenarios internacionales, comenta.

La edición la realicé como una coreografía de políticos, pintores, intelectuales, bailarines, músicos, cuya amistad fecundó en la creatividad que impulsó el quehacer dancístico sólo por amor al arte. Es un reconocimiento a cronistas y escritores que con sus descripciones contagiaban la emoción que el público desbordaba al ver a sus artistas. Se trata de mostrar ese mundo ecléctico que se daba alrededor de la danza y se desconoce, afirma Aulestia.

Despertar a la república dancística mexicana comparte fotografías, textos periodísticos, documentos oficiales y las vivencias de personajes que con la lucha por conquistar sus ideales fueron construyendo el escenario actual de la danza.

En sus páginas destacan los nombres de bailarinas legendarias, como Pavlova, quien bailó en puntas el jarabe tapatío, el cual integró a su repertorio, así como los textos que se producían alrededor de ellas. Un ejemplo es lo publicado en Revista de Revistas: Nuestro agradecimiento más efusivo a la insigne bailarina rusa por este simpático gesto suyo, de engarzar en el oro de altísimos quilates de su arte una gema desprendida de nuestros ocultos y vírgenes tesoros populares.

Uno de los propósitos de la obra es despertar los sentidos, dice la autora, quien lo logra al acercar al lector a momentos fascinantes: “(...) sólo pudo ocurrir por el entusiasmo y admiración que siente el eminente violoncellista español Pablo Casals por la excelsa y gran artista Anna Pavlova (…): concurría al espectáculo como un simple espectador, y después de haber transcurrido las dos primeras partes del programa virtuoso, de una manera espontánea y subyugada (…) se encaminó al escenario y pidió un violoncello para ejecutar solo la música de Saint-Saëns en La muerte del cisne”.

Despertar… también destaca la figura de Tórtola Valencia, la bailarina de los pies descalzos, musa de pintores, escultores y poetas, y reproduce el texto que la inspiró a Carlos Pellicer: “Una mujer que ya empieza a ser para mí fabulosa; una mujer que es como una reina destronada y que parece satisfacer su despecho bañándose en las ondas de la danza (…) Sólo después de haber visto un espectáculo como el que nos prodigó puede uno comprender con alguna suficiencia esta música, a base de raros colores movidos, de Borodin, de Balakirev, de Rimsky-Korsakov”.

Protagonistas

La obra trae al presente la fuerza de la coreografía 30-30 de las hermanas Campobello sobre la Revolución, con música de Francisco Domínguez y escenografía de Carlos González, bailada ante cientos de personas en el Estadio Nacional, el Toreo y el Palacio Bellas Artes, entre otros foros.

Aulestia entrega textos de Alfonso Reyes, José Vasconcelos, José Juan Tablada, Carlos Mérida y Samuel Ramos; cuenta sobre los obstáculos que sorteó Chávez para llevar a escena su mexicanísima HP: caballos de vapor, con el apoyo de sus amigos Diego Rivera y Covarrubias, nombres que aparecen junto a los de Isadora Duncan, Martha Graham, Ana Sokolov y Serguéi Diáguilev, entre otros.

Mi propuesta es descubrir lo nuestro y valorarlo para dejar de copiar del extranjero, afirma Patricia Aulestia, cuyo libro contagia su entusiasmo y amor por la danza.

Despertar… se presentará hoy a las 18 horas en el salón Francisco Zarco del Club de Periodistas de México, ubicado en Filomeno Mata 8, en el Centro Histórico.