Desde ayer, alumnos de una escuela primaria del municipio de Apango, Guerrero, y de una de prescolar en Nezahualcóyotl, estado de México, toman clases en la calle y en un templo, respectivamente, debido a que el sismo de la semana pasada dañó ambos planteles.

Alrededor de 400 alumnos de la escuela primaria Pablo L. Sidar, en Apango, en la Montaña baja de Guerrero, tuvieron que salir del colegio, construido en 1924, y tomar clases en la calle.

El síndico Omar Arteaga dijo que los sismos de años recientes han debilitado la estructura del plantel. Ya lo reportamos a las autoridades municipales y estatales, pero nos han ignorado.

Denunció que desde hace un año la alcaldesa Felícitas Muñiz Gómez sabía de las condiciones de la escuela, pero prefirió invertir casi tres millones de pesos en la compra de un terreno y en la construcción de una plaza de toros, a la que puso el nombre de su padre.

En el municipio mexiquense de Nezahaulcóyotl, alumnos del jardín de niños estatal Bertha von Glumer comenzaron a tomar clases este lunes en la parroquia del Espíritu Santo, en la colonia El Sol, debido a que ocho aulas del plantel están cuarteadas.

Protección Civil clausuró el inmueble de 30 años de antigüedad, ubicado en la esquina de las avenidas Aureliano Ramos y Víctor. Este lunes acudieron a clases 33 de los 150 menores inscritos en ese plantel.

Demandan revisión en Oaxaca

Padres de familia y maestros de la escuela primaria 21 de Agosto bloquearon más de seis horas uno los principales cruceros de la ciudad de Oaxaca para exigir que peritos revisen el plantel, que presenta fisuras y hundimientos a causa del terremoto. Los 800 alumnos toman clases en módulos instalados en el patio del colegio.

Los manifestantes retuvieron cinco autobuses urbanos, con los que bloquearon las avenidas Héroes de Chapultepec, Heroico Colegio Militar, Eduardo Vasconcelos y José Vasconcelos.

Esta protesta y otras como la caravana que efectuaron mototaxistas afiliados a la Alianza de Organizaciones Ciudadanas y de la Unión de Mototaxis de Dolores, en demanda de recursos para obras sociales, provocaron congestión vial en la ciudad.

El Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca reportó que 554 escuelas de la región Costa sufrieron daños, y en 110 se suspendieron las clases.