bajo control
Martes 27 de marzo de 2012, p. 33
Acapulco, Gro., 26 de marzo. El gobernador Ángel Aguirre Rivero afirmó que en las zonas más afectadas por el sismo de 7.4 grados Richter, ocurrido el 20 de marzo, la situación está bajo control
; no obstante, pidió paciencia a las familias que perdieron sus viviendas, muchas de las cuales han tenido que dormir a la intemperie desde hace casi una semana.
Entrevistado al final de la presentación del proyecto Acabús, en el bulevar Vicente Guerrero, el mandatario dijo que los ayuntamientos no están haciendo lo que les corresponde ante la emergencia. Quien está enfrentando el grueso de la situación es el gobierno del estado; estamos entregando cobertores, colchonetas y agua.
Además, tiene ante sí el reto de construir 30 mil viviendas dañadas o destruidas en las regiones de la Costa Chica y la Montaña.
Subrayó que la prioridad es que los damnificados coman, y garantizó que no habrá una sola vivienda afectada cuyos moradores no reciban apoyos del gobierno.
Aguirre Rivero puntualizó que si es necesario cancelar otros programas sociales lo hará, para reparar o reconstruir casas.
La Secretaría de Gobernación ha declarado zona de desastre 29 municipios guerrerenses, mientras la Secretaría de Desarrollo Social estatal informó que alrededor de 30 mil viviendas presentan daños de diversa magnitud, pero, como estaban construidas con materiales endebles, las autoridades federales objetan la entrega de recursos.
Damnificados de toda la vida
El gobernador señaló al respecto: Muchos de quienes hoy padecen esto son damnificados de toda la vida. Nos pegó en las regiones más pobres, como Metlatónoc, Cochoapa, Tlacochistlahuaca, Xochistlahuaca y comunidades de Ometepec
.
Dijo que las casas de adobe serán incluidas en el programa de reconstrucción, pues la mayoría de las viviendas en las zonas más pobres de Guerrero son de ese material. La gente no tiene para comprar otro material. Es buen momento para que nuestros paisanos tengan casas más dignas
, expresó.
Anunció que el miércoles acudirá a la ciudad de México para gestionar los primeros recursos del Fondo de Desastres Naturales y suscribir el acuerdo para ampliar el operativo Guerrero Seguro en la entidad.