El consejero presidente del Instituto Federal Electoral, Leonardo Valdés, informó que, a cuatro días del arranque formal de las campañas presidenciales, hasta el momento sólo la candidata del Partido Acción Nacional, Josefina Vázquez Mota, y el aspirante de Nueva Alianza, Gabriel Quadri, han formalizado su petición de que se les otorgue seguridad durante este periodo. Nosotros ya hemos hecho el trámite correspondiente y estoy seguro de que la Secretaría de Gobernación llevará a cabo los procesos adecuados, acotó.

Acorde con el artículo 230 del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales, el consejero presidente del IFE podrá solicitar a las autoridades competentes los medios de seguridad personal para los candidatos que así lo requieran, así como a los candidatos a la Presidencia, desde el momento en que, de acuerdo con los mecanismos internos de sus partidos, se ostenten con tal carácter.

La disposición legal fue reforzada en esta ocasión mediante un convenio que firmaron el IFE y la Secretaría de Gobernación para ampliar la seguridad durante el proceso electoral. En esta lógica sólo faltarían los aspirantes presidenciales de las coaliciones Compromiso por México, Enrique Peña Nieto, y del Movimiento Progresista, Andrés Manuel López Obrador, de solicitar mayor seguridad.

Entrevistado al término del taller de Democracia Intercultural, también informó que la cifra definitiva de personas que solicitaron su registro como candidatos presidenciales independientes llegó a 55. Será el jueves cuando el IFE determine el registro de candidaturas presidenciales; se estima que sólo avalará las cuatro que fueron promovidos por los partidos o coaliciones.

Durante el acto, Valdés reconoció que las desigualdades sociales atentan contra la democracia, limita el ejercicio de los derechos universales y el control de los poderes públicos por parte de los ciudadanos. Por ello estimó que es una responsabilidad del Estado proporcionar las herramientas que faciliten a los grupos en condiciones de vulnerabilidad la información y las habilidades para su inclusión efectiva en la vida pública.

Mencionó que en 2010, el 10 por ciento de la población de mayores recursos recibió 37 por ciento del ingreso, mientras el 40 por ciento más pobre apenas obtuvo poco más de 13 por ciento del ingreso total. Dicha concentración es superior, a la que se experimenta en África y Asia. Agregó que la desigualdad puede, incluso, cuestionar la percepción de los sistemas democráticos y la viabilidad de éstos como la mejor forma de gobierno que ha imaginado el hombre.

Consideró que en México se ha avanzado con la conformación de 28 distritos electorales con población mayoritariamente indígena, se ha logrado visibilizar la problemática indígena. El desarrollo de la democracia en una sociedad pluricultural es un desafío para el Estado, que el IFE atiende en el marco de sus competencias.