Alejandro González Padilla, estratega publicitario de Josefina Vázquez Mota, cree que el presidente Felipe Calderón no se equivocó en la guerra contra la delincuencia, sino en la estrategia y en comunicar excesivamente el tema del narcotráfico. A partir de eso aconseja a la candidata del Partido Acción Nacional (PAN) despegarse de lo que salió mal y dar continuidad a lo bueno.

También define a Antonio Sola como un buen trepador y lo deslinda de la campaña presidencial, aunque el asesor de origen español diga que es suya. Al señor lo he visto dos veces en mi vida, una cuando presentó una estrategia para Josefina que le rechazaron.

Marca distancia de Sola en todo momento y reprueba la campaña de guerra sucia promovida por él en 2006, porque a raíz de eso a Calderón le ha costado trabajo gobernar. No creo que López Obrador sea un peligro para México, aunque no votaría por él. El peligro es la corrupción, el hambre, la ignorancia.

Sin aparecer en la foto, como él mismo dice, este chiapaneco de 51 años de edad y mercadólogo del Tecnológico de Monterrey ha cumplido el sueño de cualquier publicista: fue gerente de mercadotecnia de Coca-Cola 10 años –tiene como prenda la campaña de la ola del Mundial–, hizo miles de comerciales tanto de políticos como de empresas telefónicas, cervezas, refrescos, bancos, etcétera.

Al entrar a su oficina en Polanco destaca una fotografía donde figuran muy sonrientes él, Luis Donaldo Colosio, Ernesto Zedillo y Carlos Alazraki, con quienes trabajó en la campaña del extinto candidato presidencial y después haciendo promocionales para la administración de Zedillo.

Su vida es un poco como sus comerciales o películas. Fue secuestrado y tras su liberación radicó un tiempo en España; después vivió en Miami, Florida. De ahí surgió el proyecto de la película I love Miami, en la cual cuenta la historia de un Fidel Castro balsero que viaja a esa ciudad estadunidense para defender la revolución. Su filmografía incluye además Regresa, protagonizada por Jaime Camil y Blanca Soto.

Entre Bachelet y Thatcher

Tras estar alejado 11 años de la política tenía pocos deseo de regresar, pero relata: me dijeron que Josefina necesitaba unos comerciales y cuando cerré los ojos estaba frente a ella y me enamoré. Dije: qué barbaridad, yo quiero que esta mujer sea presidenta de México, es un producto que se vende solo.

Se convenció porque Josefina tiene un aura padre y promete un gobierno de mano firme con mucha conciliación. Para él es una mezcla de Michelle Bachelet que no cazó pinochetistas y de una mujer fuerte como Margaret Thatcher.

Josefina sí es bajita, delgadita, habla con un tono de voz suave, pero no es una mujer que se doble o se quiebre.

Aunque por ser mujer –explica– recibe más ataques, y alude a los suscitados por la ausencia de su hija menor en la portada de la revista Quién. “Los periodistas dicen: ‘ahí hay nota, ¿por qué la ocultará?, ¿estará enojada?; no, es que se avergüenza de ella, es que la hija no quiere que sea política’. Se inventan unos guiones de quinta.”

Deja a Fox por tono agresivo de campaña

En 1999 fue tachado de loco cuando dejó el gobierno de Zedillo para sumarse a la pre pre campaña de Vicente Fox, al lado de José Luis González y Justino Compeán.

Tres o cuatro meses antes de la elección de 2000 rompió con el equipo de Fox por estar en desacuerdo con modificar el tono de la campaña por uno más fuerte y agresivo, sobre todo a partir de la incorporación de Francisco Ortiz y Santiago Pando.

Conforme el candidato avanza llegan más personas. Por eso digo que hay la época de los guerreros, luego la de los arribistas y al final la de los trepadores. Así le pasó a Vicente.

Sin ser fresa ni mocho, sabe que debe cuidarse el tono de la comunicación política, porque si te comunicas siendo muy rudo se te regresa.

A partir de esta reflexión considera que el manejo de la imagen de Fox fue muy malo; se volvió una persona intransigente cuando no lo es. Por eso el tema de los publicistas y de la política es muy delicado. Prefiero que nadie me conozca que caer en el juego de difamaciones, o agresividad que no le hace bien al país, agrega.

Se le pregunta entonces por el papel de Sola en la campaña.

“Te diría para no desperdiciar tiempo en él: Josefina ya contestó que no es parte de su equipo. A mí me saca un poco de onda que de repente me manden un link de Sola con comerciales míos atrás del Monumento a la Revolución.”

–¿Hay una situación ambivalente con Sola? Porque Vázquez Mota se ha dejado fotografiar con él

–A mí nadie me ha dicho que Sola es parte del equipo. Josefina ha de tener 5 millones de fotografías con gente.

–¿Tendrán que deslindarse de la imagen del Presidente?

–La imagen del Presidente no le hace justicia a quien es verdaderamente. Por alguna razón que desconozco ha habido una comunicación excesiva por parte de Presidencia y de los medios en la cuestión del narcotráfico. Y se han olvidado de hablar de las cosas buenas que se han hecho y esto es grave, porque un país se maneja con estados de ánimo.

–¿Les ayuda la figura del Presidente?

–Josefina trabajó para el Presidente de México, es del mismo partido político. No se debe avergonzar de eso. Debe dar continuidad a algunas cosas que hace y se tiene que despegar de lo que ella considere necesario.

–Como el tema de la guerra contra la delincuencia.

–La estrategia es la equívoca, no la guerra. Quizá la guerra fue muy prematura, no vimos el tamaño del monstruo que estaba bajo las alcantarillas y pensamos que había que matar dos o tres ratones y anda que estaban los dinosaurios, el Godzilla.

–¿Cree que la campaña negativa de 2006 generó desconfianza?

–Estoy seguro. Cualquier mexicano sabe que este tipo de acciones traen facturas. Al presidente Calderón le ha costado mucho trabajo gobernar con esas facturas que le trajo la guerra sucia que hizo una parte de su equipo de publicidad.