Cada año hasta 17 mil 500 migrantes son víctimas de trata y por temor no lo denuncian
Una de las causas de los fallecimientos son los operativos que los empujan a zonas peligrosas
Recomienda no obstaculizar el derecho de los indocumentados a la salud y la educación
Jueves 29 de marzo de 2012, p. 23
De 1998 a 2008, alrededor de 5 mil 200 migrantes indocumentados murieron en el intento de cruzar la frontera entre México y Estados Unidos, debido principalmente a que los operativos de vigilancia de la Patrulla Fronteriza en dicha zona los obligaron a tomar rutas mucho más peligrosas, afirmó Amnistía Internacional (AI).
En su informe titulado En terreno hostil: las violaciones a los derechos humanos en la aplicación de las leyes de inmigración en el suroeste de Estados Unidos, la organización indicó que cada año entre 14 mil 500 y 17 mil 500 migrantes son víctimas de trata de personas con fines de trabajo o explotación sexual, sin que las autoridades de ese país les garanticen el acceso a la justicia cuando tratan de denunciar lo ocurrido.
Aunque la Agencia para la Protección de Aduanas y Fronteras (ABP, por sus siglas en inglés) dio a conocer información de que 3 mil 557 personas habían muerto en el intento de llegar a Estados Unidos, AI señaló que ese cálculo es muy bajo, puesto que no considera los decesos del lado mexicano.
De esta forma, tomando en cuenta los datos oficiales de ambos países y de algunas organizaciones independientes especializadas en el tema, se concluye que de 1998 a 2008 hubo al menos 5 mil 287 trabajadores internacionales muertos en su travesía a Estados Unidos, en gran medida a causa de las rutas peligrosas que han tomado para evadir los operativos de vigilancia reforzados desde 1994.
Por otro lado, el informe de Amnistía también señaló que entre 14 mil 500 y 17 mil 500 personas son traficadas cada año en la zona fronteriza por trabajo o explotación sexual, y cuando alguna de las víctimas trata de denunciar los abusos sufridos, las autoridades estadunidenses muestran una actitud omisa que les impide acceder a la justicia.
Justin Mazzola, investigador de Amnistía Internacional, señaló que los sobrevivientes de trata de personas o de delitos como violencia doméstica son criminalizados, en vez de ayudados, lo que genera gran desconfianza en las autoridades policiacas, y por ende una baja notable en la cantidad de denuncias.
Una muestra de la escasa voluntad del gobierno de Washington por atender a las víctimas de dichos crímenes, subrayó la organización con sede en Londres, es que de las 5 mil visas disponibles para atender a quienes han sido traficados para fines de explotación, sólo se utiliza 6 por ciento.
Por ello, AI recomendó a las autoridades estadunidenses que sus programas de control migratorio no se basen en criterios de discriminación racial, cumplan con todos los criterios internacionales en materia de derechos humanos y no se obstaculice el derecho de los indocumentados a la salud y la educación, particularmente para las niñas y niños.