Reducen a tres las posibilidades de tratamiento: Carmen Soler
Sábado 31 de marzo de 2012, p. 42
La falta de regulación sobre las recetas de medicamentos para el control del VIH/sida ocasionó que al menos 40 por ciento de los nuevos pacientes reciban terapias inadecuadas, lo que les resta posibilidades para enfrentar la enfermedad a largo plazo.
Por lo anterior se tomó la decisión de limitar a tres el número de posibilidades de tratamiento, afirmó Carmen Soler, investigadora del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Participante en la elaboración de una nueva guía de manejo antirretroviral de quienes viven con VIH/sida –derivada de un convenio entre la UNAM y el Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH/sida (Censida)–, Soler dijo que en un análisis sobre la receta de medicamentos se encontró que en algunas entidades el problema de la deficiente prescripción se eleva hasta 58 por ciento.
Además, de los aproximadamente 45 mil pacientes atendidos por el Seguro Popular, unos 2 mil tienen más de 200 esquemas de tratamiento diferentes.
Lo anterior, a pesar de que los lineamientos científicos internacionales aceptados señalan que las combinaciones efectivas de antivirales deben ser limitadas.
La nueva guía plantea tres opciones, con las cuales se cubren las necesidades de 95 por ciento de los portadores de VIH/sida, dijo Soler, ex titular del Programa de VIH/sida del Distrito Federal. Las terapias incluyen dos fármacos de la familia de inhibidores de la transcriptasa reversa análogos de nucleósidos y un inhibidor de la transcriptasa reversa no análogo de nucleósido.
Además de que son menos tóxicos, dijo, tienen una efectividad comprobada para llevar a niveles indetectables en sangre la presencia del VIH a largo plazo (hasta 10 años), lo cual permite a los portadores del virus mantener una vida normal o similar a la de personas con otras enfermedades crónicas bien controladas, como la diabetes.
En cambio, la utilización de moléculas conocidas como inhibidores de proteasa –las cuales se recetaron como primera terapia a 40 por ciento de los pacientes, de acuerdo con el análisis realizado en Censida– provocan más toxicidad (efectos secundarios indeseables), su efectividad es de corto plazo y son de alto costo. Esto significa, señaló, que al cabo de dos a tres años, los afectados necesitan cambiar de tratamiento.
Desde 2007 había la idea en la Secretaría de Salud (SSa) de regular la prescripción de antirretrovirales. Lo intentó, sin éxito, el ex subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud Mauricio Hernández y ahora lo concretó el director de Censida, José Antonio Izazola, con lo cual también se atendió la indicación del Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos del Seguro Popular respecto de la necesidad de tomar medidas para optimizar el uso de los recursos económicos.
Ese organismo indicó que la inversión en los tratamientos para personas que viven con VIH/sida aumenta de manera exponencial.
En 2011, el fondo autorizó la aplicación de mil 821 millones de pesos; para éste, asciende a 2 mil 300 millones.
Respecto de los nuevos lineamientos para el manejo clínico de VIH/sida, trascendió que los jefes de programa de sida del país tuvieron un plazo de menos de una semana –el cual venció el pasado miércoles– para enviar comentarios a la nueva guía.
Carmen Soler informó que la actualización de la guía incluirá aspectos señalados por los funcionarios estatales; entre ellos, precisar que la atención de embarazadas no tendrá cambios en las terapias conocidas para prevenir la transmisión del VIH al bebé.