Francisco Rojas, coordinador de los diputados federales del Partido Revolucionario Institucional (PRI), indicó que frente a la visión triunfalista con cifras parciales y sesgadas de este gobierno, su titular, Felipe Calderón, debe realizar, ante el notorio fracaso en prácticamente todos los órdenes, un ejercicio de autocrítica y rendición de cuentas.

Tras advertir que lo único que han sembrado los gobiernos panistas es frustración, luto y desesperanza, indicó que Calderón mostró en su reciente informe, una desconexión con la realidad del país.

“Sin duda –explicó–, ésta obedece al afán de promoción personal y al interés de sembrar la falsa percepción de que el gobierno ha prestado servicios inapreciables al país, por lo que la mejor opción es votar por la candidata de su partido, no porque le tenga confianza, como lo revelan las grabaciones de sus conversaciones telefónicas en las que ella misma señala a dos altos funcionarios, sino porque es la única posibilidad para impedir el triunfo del PRI, que en el imaginario calderonista encarna todos los males”.

El coordinador parlamentario priísta en San Lázaro dijo que el actual gobierno cuando admite la existencia de algún problema, como es el caso señalado de la violencia, invariablemente lo atribuye a sus predecesores.

Pero, aseguró, por intenso que sea el bombardeo publicitario, los jóvenes no encuentran trabajo: hay 7.8 millones de personas de 12 a 25 años sin escuela ni empleo, y de los que lograron egresar de alguna universidad, 66 por ciento de los nuevos profesionales se dedican a tareas ajenas a las de su profesión.

Por terminantes que parezcan las cifras oficiales, 15 millones de personas engrosaron las filas de la miseria en el gobierno calderonista, y según datos del Coneval, 20 millones de mexicanos padecen la peor de las modalidades de la pobreza: la alimentaria. Esto no es un éxito, sino una vergüenza.

Digan lo que digan los gobernantes en sus discursos televisivos, prosiguió Rojas, los 21.3 millones de mexicanos que trabajan sin recibir remuneración alguna por parte de sus patrones tienen ingresos inferiores a dos salarios mínimos, es decir, no ganan lo suficiente para mantener a su familia, y eso no es motivo de orgullo. Rojas advirtió que, sin duda, Calderón dejará a su sucesor un país al borde del colapso.