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La derrota de Sarkozy, indispensable para Francia

Positivo, que América Latina tienda hacia la izquierda

Ante la elección de presidente en Francia, este domingo, critica al gobierno de Nicolas Sarkozy, que ataca la seguridad y las redes de protección social, y confía en el triunfo de François Hollande, lo que puede generar un movimiento para enfrentar el ultraliberalismo y la extrema derecha en Europa

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Francia no debe ser la nación que da lecciones al mundo sobre derechos humanos y sobre cómo hacer política. Esa imagen está rebasada. Ahora debe tener mucha prudencia para observar lo que pasa sin intervenir, sostiene Michel Vauzelle, legislador y dirigente del Partido Socialista FrancésFoto Yazmín Ortega Cortés
 
Periódico La Jornada
Jueves 19 de abril de 2012, p. 15

De cara a los comicios presidenciales del 22 de abril y el 6 de mayo, con el viento de las encuestas a su favor, los socialistas franceses trasladaron las escaramuzas electorales a México. Como si fuera ya presidente electo, François Hollande, candidato del Partido Socialista Francés, envió a México a un representante con el propósito de preparar el terreno para su participación en la reunión del G-20 que se efectuará en Los Cabos, Baja California Sur, en junio de este año. Michel Vauzelle, legislador y dirigente socialista, fue el comisionado. Su viaje se convirtió, casi de inmediato, en parte de la ofensiva socialista contra Nicolas Sarkozy.

De joven, Michel Vauzelle recorrió México con una mochila al hombro. Años después aprendió a hablar español animado por su amor a las corridas de toros. Entrevistado por La Jornada en un hotel capitalino, Vauzelle lamenta, a propósito del caso Florence Cassez, la incapacidad de Sarkozy para manejar la complejidad de las relaciones entre países importantes, por razones que deberán ser explicadas algún día. El resultado final del asunto es un desastre diplomático. Es muy grave, dice.

Vergüenza para Francia

Vauzelle, nacido en 1944 en Montélimar, fue portavoz del presidente François Mitterrand entre 1981 y 1986. Actualmente es presidente de la región Provenza-Alpes-Costa Azul, miembro del Comité Franco-Mexicano del Parlamento francés y vicepresidente de la Comisión de Asuntos Exteriores. En nuestro país se reunió con la subsecretaria de Relaciones Exteriores, Lourdes Aranda, con Manlio Fabio Beltrones y con dirigentes de PRI, PAN y PRD.

El panorama que encontró aquí de cara al G-20 es desolador. “Nos han dicho que Sarkozy no ha enviado a los sherpas franceses, ni al ministro, a la cumbre de responsables de asuntos exteriores. Es una vergüenza para Francia, porque es una cuestión muy importante”, asegura.

A Vauzelle le preocupa el deterioro de las relaciones binacionales. En su país, asevera, hay una influencia muy importante del nuestro por su arte moderno, su pintura, por su escultura, su arquitectura y su fotografía. Tenemos proximidad cultural con México. Queremos trabajar con México, queremos tener una amistad fuerte. Nos dio mucha pena en Francia la cancelación del Año de México. No hay excusa para lo que ha pasado. Tenemos respeto y confianza en las instituciones mexicanas y en la independencia de su justicia, sostiene.

Según el legislador galo, un país como Francia no puede tener una diplomacia frívola. Debe poder manejar distintos elementos en las relaciones bilaterales, en forma compartimentada. Se debe separar la lógica comercial de la iniciativa diplomática; los acuerdos culturales de los problemas de ciudadanos.

Vauzelle no duda en responsabilizar a Sarkozy del deterioro de las relaciones diplomáticas entre ambas naciones. El jefe de Estado de Francia ha dicho un discurso inaceptable delante del Senado mexicano. Ha tomado una actitud inadmisible. Ha afectado la amistad histórica de los pueblos francés y mexicano. Nuestra esperanza es que cuando venga el presidente Hollande no se hable de otra cosa más que de amistad entre los países y se reconstruya lo que fue destruido.

Su papel en este viaje, espera, será el de pasar página al ambiente detestable creado por la actitud de Nicolas Sarkozy.

La reacción de los círculos oficiales galos ante la visita de Vauzelle no se ha hecho esperar. Nathalie Kosciusko-Morizet, portavoz del presidente, dijo que enviar al emisario da muestras de irresponsabilidad e indecencia. El ministro de Exteriores, Alain Juppé, declaró estar escandalizado por la iniciativa.

Vauzelle da por descontado el triunfo de su candidato, François Hollande, en los próximos comicios. La elección presidencial en Francia es un sufragio universal a dos vueltas, que se efectúa cada cinco años. Todas las encuestas lo dan como vencedor en la segunda vuelta. Durante 11 años fue primer secretario del Partido Socialista. Ganó la postulación de su partido en una competida contienda interna, después de que los escándalos de Dominique Strauss-Kahn dejaron a éste fuera del camino hacia el Palacio del Eliseo.

Como si estuviera en un mitin electoral, el diputado francés asegura: “La derrota de Sarkozy es indispensable para Francia. Él ha promovido la formación de una sociedad ultraliberal y un modelo de sociedad que no conviene a los franceses. Su gobierno ha atacado la seguridad social y las redes de protección social. Ha promovido un sistema a la americana, con buenas escuelas para los ricos, y para los pobres una mala educación. Con clínicas para ricos dejando a los hospitales públicos sin dinero. Nuestros servicios públicos están siendo destruidos por el señor Sarkozy”.

Conservar la independencia

A Vauzelle le consterna cómo su mandatario ha subordinado su país a la Alemania de la señora Angela Merkel y a Estados Unidos. “Fue el primer presidente desde el general De Gaulle –señala– en entrar en una organización militar bajo la autoridad de Estados Unidos. Hay unanimidad en Francia por mantener la iniciativa del presidente De Gaulle para conservar la independencia de nuestras fuerzas armadas y para mantener nuestra independencia diplomática de Estados Unidos.”

Promotora de la política del miedo durante la campaña electoral, la derecha francesa ha difundido por todos los medios que habrá una crisis de confianza masiva si Hollande gana los comicios. Nosotros o el caos, dice Sarkozy. Si triunfa el socialista –aseguran sus correligionarios– será una catástrofe. Los mercados especularán contra Francia. España ha sido presentada como la muestra de lo que le espera a la nación gala si la derecha no conserva el poder.

Frente a esta estrategia, afirma el enviado de Hollande a México, hay que establecer una relación de confianza, de fraternidad, porque la política de Sarkozy consiste en enfrentar a las clases y dividir a la nación. Él promueve el miedo de los ricos a los pobres; de los adultos a los jóvenes; de los franceses a los inmigrantes. Su política agresiva es muy negativa y peligrosa para nuestra cohesión nacional.

Según Vauzelle, el mandatario galo no tiene una idea precisa de la magnitud y la naturaleza de la crisis. “La respuesta a esta crisis –señala– no solamente consiste en ver la situación de los bancos y las finanzas internacionales –como hace Sarkozy–, sino también en contar con una propuesta para crear empleo y riqueza en las clases pobres y en las medias, para relanzar la máquina económica, que está muy mal.”

Optimista, el representante de Hollande considera que el triunfo de su candidato puede provocar el surgimiento de una nueva situación política en Europa, donde nacería un movimiento para enfrentar el ultraliberalismo y la extrema derecha. Ahora mismo han comenzado a tomar fuerza –según él– las voces que, dentro de Alemania, promueven un cambio de la política dura de Angela Merkel.

A la izquierda de Hollande ha emergido, con gran éxito, la candidatura de Jean-Luc Mélenchon. Animado por una variopinta coalición de comunistas, socialistas, altermundistas y ecologistas. El Frente de Izquierda ha resultado ser la novedad de la temporada electoral, con una intención de voto de entre 13 y 15 por ciento. Para Vauzelle, esta opción no representa un desafío, pues no tiene posibilidades de ganar en la primera vuelta y su electorado está dispuesto a votar por el Partido Socialista en la segunda.

Ante los procesos de cambio que se viven en América Latina, Vauzelle sostiene que su partido está muy contento de ver que de las dictaduras se ha evolucionado hacia la izquierda y cada país tiene su manera de hacer las cosas. Es positivo. Este continente se va a la izquierda. Eso nos pone contentos.

Según Michel Vauzelle, esta actitud hacia el continente está inspirada en que Francia no debe ser la nación que da lecciones al mundo sobre derechos humanos y sobre cómo hacer política. Esa imagen está rebasada. Ahora debe tener mucha prudencia para observar lo que pasa sin intervenir.