La crisis ha fortalecido a la izquierda radical, señalan analistas
Lunes 30 de abril de 2012, p. 26
Atenas, 29 de abril. Tras dos años de crisis económica aguda, Grecia llega a las elecciones legislativas del próximo domingo con un paisaje político transformado por una ultraizquierda reforzada, la aparición de una formación neonazi, la atomización de la derecha y un bipartidismo debilitado.
La pérdida generalizada de confianza en los dos principales partidos
: el Pasok, socialista, y el conservador Nueva Democracia, dada la debacle económica del país, ha creado un gran vacío del que se benefician todos los partidos y formaciones que no están en el poder
, analiza Christoforos Vernardakis, del instituto VPRC.
Visitando mercados, barrios y lugares de trabajo, estos partidos opositores lograron imponer su agenda política
, centrada en el rechazo de las políticas de austeridad impuestas por países como Alemania, afirma Dimitris Sotiropulos, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Atenas.
Según analistas, a un semana de las elecciones legislativas, la dinámica de la campaña favorece al partido de izquierda radical Syriza, al cual los sondeos anticipan 13 por ciento de votos frente a un magro 4.6 por ciento en los comicios de 2009.
Junto al muy ortodoxo Partido Comunista y la Izquierda Democrática, creada por un tránsfuga moderado y pro europeo de Syriza, el bloque de izquierda, sin incluir a los socialistas, podría acumular 30 por ciento de votos, mucho más que el 12 por ciento de 2009, según Vernardakis.
La gran novedad también es que el partido neonazi Chrysi Avgi (Amanecer Dorado) podría entrar al Parlamento con más de 5 por ciento de votos, que potencialmente le darían un máximo de 15 diputados.
La derecha nacionalista, sin incluir a Nueva Democracia, podría alcanzar 15 por ciento, frente a 5.6 por ciento en 2009.
Este escenario privaría a Nueva Democracia de la mayoría necesaria para gobernar en solitario. Según los sondeos, este partido, uno de los dos hegemónicos del régimen democrático instaurado tras la dictadura de los coroneles (1967-1974) y actualmente en el poder con el Pasok, será el más votado el 6 de mayo, pero no pasará de 25 por ciento.
La ruptura quedó consumada en noviembre, cuando el líder conservador Antonis Samaras aceptó formar gobierno con los socialistas para aplicar las rigurosas medidas dictadas por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional a cambio de un nuevo plan de rescate financiero para evitar la quiebra.
Este giro político fue percibido como una traición por los electorados tradicionales de los dos grandes rivales (Pasok y Nueva Democracia)
, que desde 1974 acumulaban más de 80 por ciento de los votos, comenta Dimitris Sotiropulos.
Una tendencia que se ha reforzado, ya que ante la tutela financiera impuesta al país, ni uno ni otro pueden ofrecer más empleos públicos o las generosas jubilaciones
que hasta ahora alimentaban un sistema político clientelista, destaca el analista.