Bogotá, 1° de mayo. Un grupo de periodistas colombianos recibió hoy una llamada de una presunta guerrillera que aseguró que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) tienen en su poder al reportero francés Romeo Langlois en calidad de prisionero de guerra, informó la emisora Radio Caracol, versión cuya autenticidad no ha sido confirmada.

Una mujer que se identificó como integrante del Frente 15 nos dijo lo siguiente: tenemos al periodista francés en nuestro poder, le hemos ofrecido atención médica, informó la emisora colombiana.

Lo acabamos de declarar como prisionero de guerra debido a que fue encontrado luciendo prendas militares, continuó el comunicado leído por la presunta rebelde, quien confirmó que Langlois está herido de bala en un brazo pero se encuentra bien.

El general del ejército Javier Rey, en entrevista con Radio Caracol, sostuvo que están mintiendo estos terroristas. Cuando lo secuestraron, él no llevaba ninguna prenda militar, al recordar que Langlois se quitó la ropa castrense y que el resto de su indumentaria era civil. El periodista también abandonó un bolso y su cámara.

El general recalcó que no han recibido comunicación alguna de la guerrilla sobre el desaparecido. Nosotros no tenemos en este momento la certeza de que lo tienen. Lo presumimos, agregó.

El gobierno colombiano no ha confirmado que Langlois esté en manos del grupo guerrillero, aunque el presidente Juan Manuel Santos ha dicho tener muy claros indicios de ello.

El Comité Internacional de la Cruz Roja, que en los últimos años ha facilitado decenas de entregas de secuestrados de las FARC, dijo que sólo han sabido del presunto comunicado por los medios de comunicación y reiteró su disposición paraa colaborar en una eventual liberación si es que el francés efectivamente está secuestrado.

En tanto, la fuerza aérea colombiana continuó este martes los sobrevuelos en el sur del país para localizar al periodista.

Langlois, corresponsal del canal de televisión France 24 y el diario Le Figaro, acompañaba el sábado a militares y policías colombianos que efectuaban una operación contra el narcotráfico en un sector rural del municipio de La Montañita, en Caquetá, cuando cayeron en una emboscada de presuntos miembros de las FARC.

En el ataque murieron tres militares y un policía que integraban un grupo de 27 efectivos de una unidad antinarcóticos, que tenía como objetivo la destrucción de varios laboratorios artesanales de procesamiento de cocaína.