La Paz, 3 de mayo. Violentos choques entre policías y médicos de salud pública en huelga, que este jueves cortaban rutas por segundo día, arrojaron un saldo de dos heridos leves, mientras autoridades investigan el caso de un niño que supuestamente falleció por falta de atención médica.

El presidente del Colegio Médico de Bolivia, Alfonso Barrios, acusó que la policía empleó gases lacrimógenos para reprimir a los manifestantes que estaban en la autopista que conduce al aeropuerto de La Paz, que fue ocupada esporádicamente por médicos opuestos a la ampliación de su jornada laboral de seis a ocho horas, dijo

Otros enfrentamientos esporádicos se registraron también en dos puntos de la carretera entre Santa Cruz (este) y Beni (noreste) que habrían arrojado también tres heridos leves, según medios locales, versión no confirmada ni por la policía ni por la dirigencia médica.

El bloqueo de mayor contundencia se registró en Cochabamba, donde participaron, además de médicos y paramédicos, unos 2 mil estudiantes de medicina de la universidad pública de esa región, que levantaron barricadas con tierra, piedras y escombros en al menos tres pasos al interior del país.

Con el propósito de evitar choques, el comandante regional de la policía de Cochabamba, coronel Erwin Montaño, informó que un equipo de negociación dialoga con manifestantes para pedirles que cesen en su medida de presión.

Mientras, un niño de un año y ocho meses murió hoy aparentemente por falta de atención médica oportuna en dos policlínicas y un hospital de El Alto, según denunció su madre, Victoria Ramos.

Primero fui al centro de salud Avaroa, luego al hospital Corea y a una posta de Villa Adela. Mi hijo murió por falta de atención médica por una aguda diarrea, dijo a la privada radio Integración, de El Alto, ciudad vecina de La Paz.

No tenemos ningún informe, mas hemos estado en este tema de las movilizaciones, pero vamos a averiguarlo y a pedir un informe, declaró a los medios Daniel Cazas, presidente del Colegio Médico de El Alto, a radio Erbol.

En medio de llamados al diálogo por el viceministro de Salud Martín Maturano, Alfonso Barrios, señaló: vamos a continuar radicalizando nuestras medidas en vista de la incapacidad del gobierno de solucionar nuestros pedidos.

Los médicos del sistema público de salud llevan a cabo una huelga que se acerca a los 40 días, que incluye el cierre de atención en los hospitales y policlínicas, excepto casos de emergencia.

Por lo pronto, la representación en Bolivia del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) criticó el uso de menores en la protesta de los profesionales y trabajadores de la salud, que piden derogar un decreto que fija en ocho las horas de trabajo diarias.

Una trabajadora en salud optó por la crucifixión en predios del Hospital de Clínicas, de La Paz, y fue acompañada por sus hijos de cuatro y seis años, acción criticada por el Unicef, la Defensoría del Pueblo de Bolivia y otras organizaciones cívicas defensoras de los derechos humanos.

El Unicef subraya que todo involucramiento de niños, niñas y adolescentes en movilizaciones sociales les expone a riesgos en su integridad física y emocional y vulnera sus derechos al respeto y la dignidad, y por tanto tal práctica resulta inadmisible desde todo punto de vista, dice un comunicado.

Recordó que la Convención sobre los Derechos del Niño, ratificada en 1990 por el Estado boliviano por ley 1152, establece como prioridad la protección de niños, niñas y adolescentes en todas las circunstancias, y reconoce la primacía de su seguridad e integridad por encima de otro interés.