Los embates, para boicotear los comicios del próximo lunes
Domingo 6 de mayo de 2012, p. 27
Damasco, 5 de mayo. El opositor Ejército Sirio Libre hizo estallar bombas en esta capital y en la segunda mayor ciudad del país, Alepo, en hechos que causaron la muerte de al menos tres personas, a dos días de que el país vuelva a las urnas por segunda vez en el año, como parte de un proceso de reforma política y pacificación pactado con la Liga Árabe y la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Los opositores armados intensificaron sus acciones en Damasco y Alepo para sabotear el proceso electoral, que por primera vez en cinco décadas se realiza bajo una legislación que autoriza la participación de partidos políticos distintos al gobernante Baaz y a pequeñas organizaciones afines.
Según la agencia Reuters, los grupos de insurrectos han introducido una nueva modalidad de combate para hacer frente a la superioridad de las fuerzas armadas, basada en el uso de explosivos de fabricación casera.
En Damasco, las bombas estallaron sobre una autopista suburbana y destruyeron nueve coches, sin causar causar víctimas. En Alepo, un artefacto estalló en un local de lavado de automóviles y mató a un niño y dos jóvenes.
Un activista opositor en Damasco, identificado como Emad, explicó a Reuters que la intensificación de las movilizaciones contra el gobierno buscan acabar con el silencio, para avergonzar al régimen
, en momentos en que la ONU supervisa un alto el fuego, vigente desde el 12 de abril.
Como parte del plan de pacificación y reformas negociado este año con la ONU –y previamente con la Liga Árabe–, el gobierno sirio introdujo cambios en la Constitución para abrirse al pluralismo partidista y celebró un referendo en febrero pasado, que aprobó las medidas propuestas.
El próximo lunes, mil 795 candidatos de nueve partidos políticos –170 mujeres, entre ellos– disputarán 250 sillas en el Parlamento. Las calles de Damasco, la capital de Siria, se llenaron en los últimos días de propaganda.
Esta es la tercera vez que los sirios realizan una elección desde que el presidente Bashar Assad llegó al poder en 2000, tras la muerte de su padre, Hafez Assad.
Los comicios fueron aplazados dos veces en mayo de 2011 y en febrero pasado. Unos 14 millones de electores están registrados para votar, pero entre especialistas y ciudadanos existe poca difusión sobre las iniciativas de los nuevos partidos políticos.
La ley constitucional prohíbe los partidos religiosos, tribales y regionales, lo que impide el registro de los Hermanos Musulmanes –de similar inspiración política a la de la principal fuerza de Egipto– y de la minoría kurda.
Assad se comprometió además a liberar ciudadanos que han sido capturados durante la revuelta, que ha tenido sus principales focos de insurrección en Homs e Idlib.
Este sábado, 265 prisioneros fueron liberados, con lo que suman 817 durante el año.