La Paz, 9 de mayo. La Central Obrera Boliviana (COB), la mayor entidad de los trabajadores, comenzó este miércoles una huelga nacional de 72 horas en rechazo al aumento salarial de 8 por ciento y en apoyo a los reclamos laborales del sector salud, con una manifestación durante el primer día en La Paz y bloqueos de vías y carreteras, pero sin que lograra paralizar ni la minería ni las fábricas.

La medida de fuerza de la central obrera contó con un fuerte apoyo de médicos y universitarios, cuya manifestación en La Paz comenzó a articularse lentamente.

En el transcurso de la jornada de protesta se desataron enfrentamientos entre policías y marchistas con saldo de al menos siete heridos, en incidentes en que salieron a relucir artefactos explosivos.

El jefe policial Félix Cruz resultó herido cuando un grupo de mineros, participantes en la marcha de la COB y que pretendían ingresar a la Plaza Murillo –donde se encuentra el presidencial Palacio Quemado– lanzaron explosivos contra los uniformados.

La COB rechaza un aumento salarial de 8 por ciento decretado por el gobierno, aunque el principal elemento de alianza con médicos y universitarios es el pedido para que sea anulada una legislación que amplía de seis a ocho horas la jornada laboral de los profesionales del sistema público de salud, decreto que fue anulado transitoriamente el viernes pasado por el presidente Evo Morales.

Los médicos, trabajadores de la salud y estudiantes de medicina rechazaron la decisión del mandatario de suspender temporalmente la legislación hasta que una conferencia, prevista para finales de julio, defina un plan nacional para el sector y decida acerca de la ampliación del horario de trabajo.

El ministro de Gobierno, Carlos Romero, consideró que la COB se desubicó históricamente, porque resulta que ahora se moviliza para defender los privilegios de unos médicos que no quieren atender a los enfermos, que los dejan tirados, dejados a su suerte, en una actitud inhumana.

Romero reiteró que el gobierno siempre apela al diálogo y respeta las movilizaciones de los trabajadores, porque todos los sectores tienen derecho a protestar siempre y cuando no interfieran otros derechos ni provoquen violencia.

En tanto, miles de cocaleros y transportistas arribaron a la ciudad de Cochabamba para participar en una marcha en apoyo al gobierno del presidente Morales.

Mientras, estudiantes opositores atacaron las sedes de las gobernaciones oficialistas en los departamentos de Tarija y Potosí con piedras y palos, e incluso quemaron puertas en un intento por ingresar a las oficinas por la fuerza.

En Santa Cruz, Beni y Chuquisaca las protestas contra el gobierno fueron encabezadas por médicos y paramédicos, que además impulsaron los cortes de vías para estrangular esas regiones.