Domingo 13 de mayo de 2012, p. a16
Con el propósito de dejar atrás el amor por su ex esposa y la pasión por su joven amante hombre, un maduro detective decide emprender un viaje a un sitio donde sabe que nadie podrá encontrarlo.
Es un intento de huir incluso de sí mismo, pero que, a la postre, resultará infructuoso al no poder dejar atrás esos dos fantasmas que atosigan su recuerdo, sus emociones y su piel.
Ese lugar es una suntuosa casona rural, en las costas del Mediterráneo, propiedad de la aristocrática familia de una amiga quien hará mucho para tratar de ayudarlo a rehabilitar sus destartalados sentimientos, así como hacerlo trastabillar en sus preferencias sexuales.
De forma imprevista, los moradores de esa residencia –encabezados por una enigmática matriarca, la abuela– van revelándose ante el detective, y también al lector, como seres atípicos, una compleja fauna humana determinada por filias, fobias y perversiones que rondan en lo incomprensible.
Marta Sanz (Madrid, 1967) erige en este libro, con atrevido desparpajo y conocimiento del oficio, una obra en la que la novela detectivesca entrecruza sus veredas con un cuento de hadas.
De ello se encargan las diferentes microhistorias y los misterios que se encierran en cada uno de los personajes del volumen, los cuales irán siendo descubiertos de forma paulatina por ese detective, quien de tal manera busca evadir su desasosiego.
Una estirpe de gemelas monocigóticas, una madrastra que es la verdadera madre o viceversa, el odio entre hermanas, un asesinato, fieles sirvientes, relaciones incestuosas, travestismo y el resquebrajamiento familiar son parte de este apasionante y nebuloso entramado.
Título: Un buen detective no se casa jamás
Autora: Marta Sanz
Editorial: Anagrama
número de páginas: 314
Precio de lista: 485 pesos