En Siria, combates de tropas de gobierno y desertores provoca 25 decesos
Lunes 14 de mayo de 2012, p. 24
Beirut, 13 de mayo. El conflicto sirio amenaza con desbordarse al vecino Líbano, donde dos personas perecieron durante combates en la ciudad portuaria de Trípoli entre seguidores y detractores libaneses del gobierno alauita sirio del presidente Bashar Assad, informaron las autoridades de la seguridad.
Las fuerzas de seguridad lograron restaurar la calma entre los combatientes del barrio alauita de Yabal Mohsen y los del barrio sunita de Baba Tabbanih, cuyos enfrentamientos comenzaron la víspera y en los que se utilizaron lanzagranadas y armas de fuego. Ya en febrero pasado, dos personas murieron en la misma área, en violencia relacionada con el problema sirio.
Dentro de Siria, la violencia cobró la vida de al menos 25 personas y dejó 18 heridos, tanto en combates entre tropas leales al gobierno y desertores como por la represión del ejército, informó desde Londres el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Explicó que las víctimas sufrieron disparos de las tropas oficiales en las regiones de Hama, Homs, Idlib, Deir Ezzor, Duma y en varias localidades de la provincia de Damasco.
Los hechos más violentos ocurrieron en Hama, donde el ejército gubernamental, respaldado por vehículos blindados, mató a siete civiles al tomar un pueblo sunita de Tamanat al-Ghab. Allí quemó casas y detuvo a decenas de personas, dijo la Red Siria para los Derechos Humanos, grupo activista opositor que vigila la represión.
“El pueblo –epicentro de la revuelta que comenzó hace 14 meses contra el presidente Assad– fue sometido a un castigo colectivo. La mitad de sus casas fueron quemadas, varias personas fueron ejecutadas cuando fueron detenidas, el resto murieron por bombardeos”, denunció.
Pueblos y ciudades de la región, que es principalmente sunita pero con áreas alauitas, también han dado refugio a rebeldes del Ejército de Siria Libre, que congrega a desertores del ejército regular, dirigido por alauitas.