Al destacar la fortaleza y el crecimiento económico del país durante su administración, el presidente Felipe Calderón aseguró que la corrección fiscal y una serie de decisiones adoptadas a tiempo, aun con los muy elevados costos políticos que representaron, permitieron salvar a México de estar ahora en la línea de fuego en la que se encuentran varios países de Europa.

Al inaugurar la 16 Business Future of the Americas Conference, con miembros de la Cámara Americana de Comercio, Calderón recordó que México, al igual que otros países de América Latina, sufrió varias crisis recurrentes en las décadas pasadas, las cuales empobrecieron significativamente a la mayoría de la población. Ahora, donde nos hemos enfocado es a conservar, precisamente, en orden las variables macroeconómicas, principalmente el déficit fiscal, sostuvo.

Durante su intervención el mandatario pasó lista a cada uno de los que, a su juicio, son logros alcanzados y fortalecidos en su administración, y que han convertido a México en una potencia exportadora.

Citó finanzas públicas ordenadas; política agresiva (sic) de reducción de aranceles, incluso con aquellas naciones con las que no se tenían acuerdos comerciales; desregulación de trámites y notoria disminución en tiempos para crear una empresa, así como fuerte inversión en infraestructura y crecientes recursos destinados a la educación superior, en la formación de capital humano.

Calderón señaló que en la corrección fiscal tomó la decisión de liquidar una empresa altamente deficitaria, una empresa pública que le costaba al país 5 mil millones de dólares por año, y con una gran ineficiencia en el aparato productivo, en el sector eléctrico, en alusión a Luz y Fuerza del Centro.

Dijo que estas decisiones, tomadas a tiempo, aumentaron los ingresos propios del gobierno, independientemente de que implicaron costos políticos muy elevados para la administración.

Pero eso, puedo asegurar, salvó a México de estar ahora en la línea de fuego, dijo Calderón, quien presumió la estabilidad macroeconómica, con una inflación y déficit fiscal de los más bajos registrados por algún país de la OCDE, así como una deuda interna y externa bajo control. Todo ello con la idea de fortalecer la competitividad de la economía mexicana.

Ante los empresarios estadunidenses, el titular del Ejecutivo federal insistió en que ante el resurgimiento de los debates sobre la soberanía nacional en relación con la propiedad de las empresas o recursos, lo que hoy se requiere para el desarrollo son más reformas, más comercio y más inversión, en un marco que requiere también más certidumbre jurídica.

El gran error de América Latina es perder estas coordenadas, pensar que la salida es proteger los mercados nacionales contra el comercio y proteger los intereses nacionales contra la inversión extranjera. Ese error le puede costar el más serio tropiezo, un tropiezo que no merece nuestra América Latina, opinó.

Durante la reunión el presidente señaló que ésta puede ser la década de América Latina, pues es una región que crece y busca hacerlo más rápido. Por ejemplo, dijo, México, Perú, Colombia y Chile están conformando un mercado mucho más grande que el Mercosur. Y con la posible entrada de Panamá, Costa Rica y de otros países, probablemente vamos a ser en América Latina, y de cara al Pacífico, una región que puede crecer en comercio a los ritmos que se están esperando para el Trans-Pacific Partnership.