París, 4 de mayo. El festival de cine de Cannes no es ajeno a escándalos ni a controversias, pero esta vez una polémica en torno al sexismo en el certamen oficial estalló incluso antes de su glamorosa inauguración, el miércoles.

De los 22 filmes seleccionados por los organizadores del Festival de Cannes para competir por la Palma de Oro, ninguno es realizado por una mujer, recordó un colectivo de mujeres, mientras Cannes se prepara para ser invadido por miles de estrellas, productores, cineastas, periodistas y fotógrafos del mundo entero.

En Cannes, las mujeres muestran sus bobinas (carretes de hilo); los hombres, sus filmes, subrayó el colectivo de mujeres en una columna de opinión publicada este fin de semana por el diario Le Monde, que criticó la selección “exclusivamente masculina de películas en competencia.

Los 22 filmes de la selección oficial fueron realizados, por feliz coincidencia, por 22 hombres, recalca el texto firmado por la realizadora Coline Serreau, la novelista y realizadora Virginie Despentes (Viólame) y la actriz Fanny Cottençon, entre otras. Señores, tengan sentido común, lo que nosotras agradeceremos. No debemos hacer creer a las chicas que podemos dirigir una película y subir los escalones del Palacio del Cine sólo del brazo de algún príncipe.

Debe aumentar la presencia femenina

El señalamiento efectuado por el colectivo de mujeres La Barbe provocó una aireada respuesta de Thierry Frémaux, responsable de la selección oficial del mayor festival de cine mundial, que comienza el 16 de mayo.

El Festival de Cannes no seleccionará jamás una película que no lo merezca, sólo porque la realizó una mujer, declaró el delegado general del festival.

Ello llevaría a una política de cuota, notó Frémaux, interrogado tras la publicación del artículo.

El delegado general del Festival de Cannes señaló que el problema señalado por el colectivo de mujeres es real: Nadie duda que el lugar dado a las mujeres en el cine debe aumentar, subrayó.

Pero en su opinión, Cannes no es el lugar, ni tampoco es éste el momento de plantear ese problema. No es en Cannes, ni en mayo, que se debe plantear el problema. Es todo el año, estimó. Por tanto, acusar el festival no sirve estrictamente de nada, puntualizó el responsable de la selección de Cannes.

En cambio, en la edición pasada de este festival, cuatro de las 20 películas que compitieron por la Palma de Oro fueron realizadas por mujeres, lo cual representa un récord en la historia del festival, que empezó en 1946. El año pasado sin duda fue un accidente, dice la misiva, según el diario The Independent.

Esas cuatro directoras –la británica Lynne Ramsay (Tenemos que hablar de Kevin), la australiana Julia Leigh (Bella Durmiente), la francesa Maïwenn Le Besco (Polisse) y la japonesa Naomi Kawase (Hanezu no tsuki)– representaron 20 por ciento de los filmes en competencia, inédito en esta muestra de cine.

En esa ocasión, Le Besco declaró al diario New York Times que la industria del cine está marcada por el sexismo, de manera total y permanente.

Ramsay señaló en cambio que no ha vivido ese sexismo. Pero eso no evitó que destacara una gran diferencia en el trato hacia realizadores hombres y mujeres: cuando un director es exigente, perfeccionista, se dice de él que es creativo y con gran integridad, dijo.

Pero si la realización está en manos de una mujer, igualmente exigente y rigurosa, a ella se la describe como difícil y problemática, expresó la cineasta.

Hasta ahora, en toda la historia de Cannes, sólo una mujer, la neocelandesa Jane Campion, ganó la Palma de Oro por La lección de piano, en 1993.

El Festival coronará otra vez, y defenderá así los valores viriles que hacen la nobleza del séptimo arte, ironizó el colectivo de mujeres.

De América Latina, que tiene fuerte presencia en la 65 edición de este festival, hay sólo un largometraje realizado por una mujer: el documental Fogo, de la joven mexicana Yulene Olaizola, que figura en la sección paralela Quincena de realizadores.

En la Semana de la Crítica, otra de las secciones paralelas del Festival de Cannes, figuran dos cortos realizados por mujeres: O Duplo, de la brasileña Juliana Rojas, y Yeguas y cotorras, de la argentina Natalia Garagiola.