El titular de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Poiré, rechazó que los recientes asesinatos en Nuevo León, Jalisco y Tamaulipas deban entenderse como un reto de la delincuencia organizada al gobierno federal y reiteró la condena y el repudio total ante estos hechos, al señalar que las organizaciones criminales no lograrán que la maldad, la cobardía y la muerte con la que actúan se conviertan en  la base que rige la convivencia entre los mexicanos.

Flanqueado por unos cinco elementos de seguridad, por lo menos, el responsable de la política interior aseguró en la sala de prensa de la dependencia a su cargo, que el gobierno del presidente Felipe Calderón ni va a ceder ni se va a amedrentar, no nos van a doblegar en la lucha contra “la violencia irracional con que las organizaciones delictivas han asolado al Pacífico (en referencia a la región dominada por ese cártel), al norte y al sureste” del país.

Sé muy bien que estos hechos preocupan y agravian a la sociedad, pero la solución no está en bajar la guardia, la solución está en impedir la impunidad y que todos los mexicanos condenemos la violencia que generan estos delincuentes que atentan contra nuestra paz y nuestra tranquilidad. Los responsables de la violencia son únicamente los delincuentes y la forma de acabar con ellos parte de llevarlos ante la justicia, por lo que llamó a una condena generalizada por esos crímenes y a hacer un frente común en el propósito de verlos sometidos ante la ley.

Durante la conferencia de prensa el funcionario explicó que las evidencias con las que cuenta sugieren que la sucesión de asesinatos derivan “de una pugna directa entre las organizaciones delictivas (cárteles) del Pacífico y Los Zetas en su intento por controlar plazas y rutas de su negocio criminal. La confrontación entre ambas se deriva de la alianza criminal entre la organización del Pacífico sumada a la del Golfo, en contra de Los Zetas”.

Dijo que continúan las investigaciones para identificar los cuerpos (los 49 hallados en cadereyta, Nuevo León) y no precisó si, como se ha dicho, formaron parte de grupos delincuenciales o se trata de ciudadanos sin ningún vínculo con las organizaciones criminales.

Estos dolorosos hechos no hacen más que reafirmar la convicción y el compromiso del gobierno federal para seguir actuando de manera decidida y contundente en contra de los criminales que quieren sembrar miedo y zozobra entre las autoridades y entre la población, apuntó Poiré, quien reiteró el llamado a la sociedad para que denuncie o informe con datos útiles y veraces sobre el paradero de los probables responsables, “en particular sobre los cabecillas del (cártel del) Pacífico y Los Zetas”, por quienes se ofrece una recompensa de 30 millones de pesos.

Poiré Romero no admitió cambio alguno a la estrategia en contra del crimen organizado e incluso adelantó que ésta se mantendrá hasta el último día del actual gobierno. Hizo después un recuento de la detención de 22 criminales –de entre los 37 más buscados–, las extradiciones de otros y de aquellos que participaron en hechos singularmente graves y deleznables, como en el caso de los asesinados en San Fernando, Tamaulipas, y el incendio en el casino Royale, en Monterrey, Nuevo León.

Son ejemplos de que si perseveramos podremos llevar a los responsables ante la justicia. Señaló que actuarán con la mayor eficacia para brindar apoyo al gobierno del estado de Nuevo León para capturar a los culpables de las 49 muertes en el municipio de Cadereyta, pues incluso ya el gabinete de seguridad ha reforzado la búsqueda de estos peligrosos delincuentes. Los criminales que ha cometido estos actos de barbarie están siendo buscados, serán detenidos y pagarán por los delitos cometidos, concluyó el secretario de Gobernación.