Para el titular de la Dirección General de Evaluación Institucional de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Imanol Ordorika Sacristán, las instituciones de educación superior de América Latina no pueden convertirse en seguidoras de los rankings internacionales, mediciones realizadas en su mayoría por empresas que intentan evaluar el desempeño y calidad de las casas de estudios.

Al dar a conocer los detalles del encuentro Las universidades latinoamericanas ante los rankings internacionales: impactos, alcances y límites, destacó que estas clasificaciones no toman en cuenta aspectos en los que las instituciones de la región destacan ni los recursos que cada país invierte en investigación y educación superior.

Rechazó, asimismo, que el trabajo de las universidades latinoamericanas deba rehacerse para puntear en los rankings, que han alcanzado impacto global y en los que al menos 10 instituciones de la región han aparecido entre las primeras 500 clasificadas.

“No podemos dejar de ser lo que somos para que nos vaya bien en los rankings, o sea que quitemos pedazos de universidad o la hagamos más chiquita al separar centros de investigación”.

Ordorika refirió que las mediciones privilegian la investigación de alto nivel en ciencias naturales y exactas, con alta producción de artículos en inglés en revistas indexadas, donde intervienen las universidades regionales.

El patrón prevaleciente en estas clasificaciones es el de la universidad elitista de investigación, y elitista no en carácter peyorativo, sino de la denominación de cierto tipo de universidades, ni grandes ni pequeñas, con posgrados grandes y muy dedicadas a la investigación, como la Universidad Harvard.

Las casas de estudio latinoamericanas son fuertes en la producción de ciencias sociales y humanidades, dijo; en conocimientos que se publican en español o portugués, además de que han sido históricamente motor de movilidad social, y pese a la relevancia de estos tópicos, éstos no necesariamente se reflejan en los rankings.

Ordorika informó que en el encuentro participarán 74 rectores de América Latina (42 mexicanos y 32 de otras naciones) y especialistas de universidades públicas y privadas de la región. La intención es emitir un pronunciamiento conjunto en torno a esas mediciones.