El Congreso de la Unión condenó ayer las agresiones y amenazas de muerte al sacerdote Alejandro Solalinde y exhortó a la Procuraduría General de Justicia de Oaxaca a realizar una investigación sobre los vínculos y las relaciones del llamado Grupo de Rescate Urbano con el municipio de Ixtepec.

Al mismo tiempo, solicitó a la Procuraduría General de la República (PGR) coadyuvar con las investigaciones que realice la procuraduría estatal y solicitó a los tres órdenes de gobierno que detengan la xenofobia y agresiones en contra de las personas migrantes y sus defensores.

El punto de acuerdo lo llevó a tribuna Rubén Velázquez, senador del PRD, quien destacó que el clima de violencia en contra de los migrantes y del padre Solalinde no ha parado en Ixtepec e incluso ha trascendido que las dos últimas agresiones en contra del sacerdote provinieron de gente cercana a la administración municipal.

El diputado priísta Heliodoro Díaz manifestó en tribuna que el director del albergue Hermanos en el Camino tiene que recurrir al autoexilio porque nadie le ha podido brindar seguridad. Recomendaciones van y vienen, pero no son las leyes lo que hace falta, sino la voluntad política, la eficacia en la manera de gobernar y la responsabilidad plena en materia de seguridad pública del municipio de Ixtepec, así como de los gobiernos estatal y federal.

Decisión personal

Por otra parte, en San Luis Potosí, el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Carlos Aguiar Retes, y el nuncio apostólico en México, Christophe Pierre, afirmaron que a pesar de las amenazas y los riesgos que tenga que afrontar, la Iglesia católica seguirá protegiendo a los migrantes.

Interrogados sobre la próxima salida deMéxico del sacerdote Alejandro Solalinde, Aguiar Retes respondió que se trata de una decisión personal. Sólo él sabe en qué situación se encuentra. Evidentemente que es una alerta que se une a todo lo que ya sabemos que hay en el país, subrayó.

Hay que entender que el trabajo no lo lleva una persona; el padre Solalinde ha sido un actor dentro de una red muy grande que trabaja en favor de los migrantes en diferentes puntos de la República, mismos que coordina la Comisión Episcopal para la Pastoral Social en su dimensión de movilidad humana, expuso el jerarca católico.

Por ello, agregó, la red seguirá trabajando, tendrá siempre esta gran sensibilidad y preocupación de todas las casas para los migrantes. Es más, tenemos proyectos de crecer ese tipo de refugios en los puntos más delicados de las vías que transitan los indocumentados.

Sobre si existe miedo entre los sacerdotes, el presidente de la CEM dijo que hay el temor normal de todo ser humano, pero que la fe es factor fundamental para continuar haciendo su labor, a pesar de los riesgos que corren.

A su vez, el nuncio Christophe Pierre. aseguró que la Iglesia no debe abandonar a los necesitados, en este caso a los migrantes, por lo que mantendrá su actitud de protección hacia ese sector.

Con información de Vicente Juárez, corresponsal