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Publica investigación la revista Pediatrics

Influye medio ambiente en el sueño del niño
 
Periódico La Jornada
Jueves 17 de mayo de 2012, p. 43

Chicago, 16 de mayo. El medio ambiente compartido en familia determina la calidad de sueño de los niños, su descanso y perturbaciones que los despiertan periódicamente, lo que puede contribuir al desarrollo de enfermedades, concluyó un estudio.

El análisis Influencias genéticas y ambientales sobre el sueño infantil, del Centro de Investigación del Comportamiento Saludable de la University College London destacó que no hay estudios a gran escala sobre los factores determinantes de las características del sueño en la vida temprana.

Esta ausencia en la investigación contrasta con la atención creciente que está atrayendo la duración del sueño en relación con el riesgo de enfermedades crónicas, según los resultados del estudio publicados esta semana en la revista estadunidense Pediatrics.

En la investigación participaron 3 mil 862 niños y el equipo exploró datos de un largo estudio poblacional para examinar las influencias genéticas y ambientales sobre la duración del sueño y dificultades para dormir en la infancia.

Los patrones de sueño fueron evaluados 15 meses después mediante una modificación del Cuestionario sobre el sueño breve infantil, completado por los padres.

Los resultados incluyeron una valoración de la duración del sueño nocturno y durante el día, así como la frecuencia del despertar por la noche.

La exploración mostró que la duración del sueño durante la noche fue influenciado principalmente por el medio ambiente, en 66 por ciento de los casos, y con un efecto modesto genético de 26 por ciento.

Un patrón similar se observó en la duración de la siesta durante el día, con 57 por ciento de influencia ambiental y 37 por ciento de efecto genético.

Respecto a la perturbación del sueño, los investigadores encontraron su relación en 55 por ciento con el medio ambiente compartido, y 40 por ciento con un efecto genético. Estas estimaciones fueron similares para los niños y las niñas.

Los autores del análisis plantearon la necesidad de continuar el estudio para identificar los determinantes ambientales específicos en el sueño, lo que podría fijar objetivos para intervenciones que ayuden a mejorar la calidad del sueño.