Lunes 21 de mayo de 2012, p. a10
Londres, 20 de mayo. Robin Gibb falleció este domingo a los 62 años de edad. Fue uno de los tres miembros fundadores de los Bee Gees, el exitoso grupo británico que con Fiebre del sábado por la noche convirtió la música disco en un fenómeno mundial en los años 70.
El cantante, con voz de falsete e inconfundibles gafas oscuras, sufría de cáncer de colon e hígado, y estaba en coma en un hospital de Londres tras contraer una neumonía el mes pasado.
Tras la muerte Robin, el mayor de los tres hermanos, Barry, de 65 años, queda como último superviviente de uno de los grupos que ha vendido más discos, unos 200 millones durante su carrera.
Además de seguir cantando en solitario, Robin se convirtió en uno de los paladines de la lucha contra la piratería informática y la defensa de los derechos de autor.
A finales de 2010, durante una operación, los médicos le descubrieron un tumor y le diagnosticaron el cáncer.
Rodeado de sus seres queridos
Pocas semanas después de haber asegurado que se recuperaba de manera espectacular
, una neumonía le impidió asistir el 10 de abril pasado al estreno de Titanic réquiem, obra clásica que había escrito con el menor de sus tres hijos, Robin-John, que coincidía con el centenario del naufragio del buque.
Desde que cayó en coma estuvo rodeado de su esposa, Dwina, y de otros familiares y amigos que tocaban música y cantaban para él en un último intento por regresarlo a la vida.
El gemelo de Robin, Maurice, quien tuvo problemas de alcoholismo, falleció a los 53 años en 2003 de una oclusión intestinal. Aunque no formaba parte del trío, el hermano menor, Andy, quien hizo carrera en solitario, murió también, con sólo 30 años, de un problema cardiaco derivado de una adicción a la cocaína.
Robin Gibb nació el 22 de diciembre de 1949 en la Isla de Man (Reino Unido).