Mientras los elementos de la selección nacional, como Aldo de Nigris, recordaban que no nos dejan hablar, cuando se disponen a viajar, los integrantes del representativo mexicano de futbol de playa eran ignorados en la Terminal 2 del aeropuerto capitalino.

Hasta con personal de seguridad se evitó que reporteros se aproximaran a los dirigidos por José Manuel de la Torre, que se trasladaron a Estados Unidos, con miras a los tres partidos amistosos ante Gales (el domingo), Bosnia Herzegovina (el 31 de mayo) y Brasil (el 3 de junio). Y los seleccionados se fueron sin hacer comentarios.

En contraste, el técnico de la selección de playa, Ramón Raya, y sus pupilos, se pasearon tranquilamente antes de partir rumbo a Guatemala, donde realizarán unos partidos amistosos.

Pese a todo, Raya consideró que los aficionados al futbol de playa han crecido en el país. Se puede notar aquí en el aeropuerto; la gente nos pregunta qué selección somos y, de repente, por ahí hasta nos preguntan los nombres de algunos jugadores. O sea, saben que existimos. Antes ni siquiera sabían qué era el futbol de playa, comentó.

Consideró que México ha sido un parteaguas para que Concacaf se interese en esta actividad. El subcampeonato del mundo que conseguimos les abrió los ojos a muchos países, y ahora el cuarto lugar que obtuvo El Salvador en el Mundial pasado hace que la zona empiece a creer que, si no tiene mucho chance en el futbol convencional, quizá puedan darle alegría a su gente, como fue en el caso de El Salvador, donde hoy los jugadores de futbol de playa son héroes, indicó.