Sin mayores sorpresas ni sobresaltos transitaron ayer los cuatro aspirantes a gobernar la ciudad de México en su primer debate auspiciado por el Instituto Electoral del Distrito Federal (IEDF), en el que si bien coincidieron en algunos temas, como terminar con la corrupción y revisar el tema de las manifestaciones y la política de uso de cambio de suelo, también lanzaron críticas y denuestos a sus oponentes.

El acto se realizó en las instalaciones de Canal 11 del Instituto Politécnico Nacional, en el Casco de Santo Tomás, donde elementos de la Secretaría de Seguridad Pública colocaron retenes de revisión y únicamente franquearon el paso a quienes estaban acreditados por el IEDF para acceder a la televisora.

La moderadora del debate fue la periodista Adriana Pérez Cañedo, quien comenzó en punto de las 19 horas, y una hora y media después lo dio por concluido. La señal se retransmitió prácticamente por todas las empresas que se comprometieron desde un principio. En el caso del sistema Sky, la señal empezó 30 minutos más tarde. En la página web del IEDF fue imposible acceder.

Luego de una breve presentación, Beatriz Paredes Rangel (PRI-PVEM); Miguel Ángel Mancera (PRD-PT-MC), Isabel Miranda (PAN) y Rosario Guerra (Panal) comenzaron a exponer sus propuestas de gobierno, con base en cinco ejes: urbanismo, movilidad urbana, infraestructura y espacio público, desarrollo metropolitano y sustentabilidad, pero también a lanzar cuestionamientos.

Al candidato de las izquierdas, Miguel Ángel Mancera, intentaron echarle en cara las autorizaciones entregadas a desarrolladores para la construcción de viviendas en el predio La Mexicana o centros comerciales en Xoco, así como el aumento de 377 por ciento de la deuda pública, que ha llegado a 56 mil 232 millones de pesos, y que tendremos que pagar los próximos 19 años, señaló la abanderada del PAN, mientras mostraba una gráfica con el comportamiento al alza de ese indicador.

La Secretaría de Hacienda y Crédito Público es la encargada de autorizar la deuda de la ciudad, la cual tiene calificación triple AAA, respondió el ex procurador de Justicia.

A Beatriz Paredes la cuestionó su contrincante de Nueva Alianza, Rosario Guerra: Eres una candidata golondrina, te asociaste con esas mafias del PRI. Así que aquí son tres candidatos, espetó.

La priísta devolvió: podemos acordarnos de distintos tipos de fauna cuando hablamos de golondrinas... y argumentó que es la hora de la alternancia en la ciudad de México, como es la hora de la alternancia en el país, cuando la izquierda ha hecho un ciclo de amafiamiento en la ciudad.

El candidato de las izquierdas presentó algunas de sus propuestas en materia de sustentabilidad y movilidad urbana, con el apoyo de carteles.

Luego remachó: El proyecto es uno solo, es Andrés Manuel López Obrador y yo; vamos a seguir trabajando por esta ciudad porque tú y tu familia lo merecen, abundó en un debate poco ríspido.

El arribo al Casco politécnico

Los primeros en llegar a las instalaciones de Canal 11 fueron los consejeros del IEDF, a las 17:26 horas; 42 minutos después lo hizo el candidato de las izquierdas, Miguel Ángel Mancera, a bordo de un automóvil Honda y acompañado de algunos colaboradores, ataviado con traje azul marino, camisa blanca y sin corbata.

A las 18:19 horas lo hizo el presidente del Instituto Federal Electoral, Leonardo Valdés, y un minuto después llegó la candidata del PAN, Isabel Miranda de Wallace, vestida con un traje sastre color lila, quien agradeció a los representantes de los medios de comunicación estar aquí y con el brazo en alto posó para las cámaras.

Después arribó la abanderada de la coalición Compromiso por México (PRI-PVEM), Beatriz Paredes Rangel, quien permaneció en una camioneta Ford Expedition hasta que su contrincante panista desapareció por el pasillo hacia el estudio de televisión.

Vestida de huipil morado, bromeó con un grupo de reporteros sobre la figura bordada en el frente: ¿Es un faisán o un pavorreal?, se le preguntó. “Es un ave… del paraíso”, comentó alguien. Ojalá, respondió la priísta, quien en lugar de continuar por el pasillo fue dirigida hacia el área de invitados especiales.

La última en llegar fue Rosario Guerra, a las 18:26 horas, ataviada con un vestido color verde agua y grecas negras, que después cambió por un traje sastre jaspeado con blusa blanca. Adelantó: seré la ganadora de este debate, de propuestas, no de ataques, e invitó a sus seguidores a festejar al término del debate en el salón Ícaro.

Al término del debate, los cuatro candidatos se reunieron con sus simpatizantes. Algunos se declararon ganadores; otros consideraron que el mérito fue de los ciudadanos.