Nueva York, 27 de mayo. El Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) condenó este domingo en los términos más firmes la matanza de más de 100 civiles en la ciudad siria de Hula, el sábado, en una declaración en la que responsabilizó de la acción al gobierno del presidente Bashar Assad.

Al inicio de las consultas en el consejo, el representante permanente adjunto de Rusia ante la ONU, Igor Pankin, indicó que tenía que ser determinada plenamente la responsabilidad del gobierno sirio en las muertes, mientras el gobierno de Damasco rechazó cualquier acusación al respecto.

En una declaración aprobada por unanimidad en el Consejo de Seguridad se expresa que las tropas del gobierno atacaron con artillería y tanques una zona habitada; en la declaración, los 15 miembros del consejo condenaron la muerte de civiles por disparos a corta distancia y por duros maltratos físicos.

Este atroz uso de la violencia contra la población civil representa una violación determinante al derecho internacional y contraviene las obligaciones asumidas por el gobierno sirio para suspender toda hostilidad, incluido el uso de armas pesadas contra poblados, sostuvo el Consejo de Seguridad.

El mecanismo del organismo mundial, reunido en sesión especial, reiteró su demanda de frenar inmediatamente la violencia a todas las partes en conflicto y señaló que aquellos que sean responsables por hechos de violencia deben rendir cuentas.

Antes de la sesión, Pankin se declaró escéptico respecto a sugerencias de que el gobierno sirio era el responsable de la matanza, y destacó la necesidad de que se determinara su responsabilidad. Hay razones sustanciales para creer que la mayoría de los que murieron fueron acuchillados, cortados con navajas o ejecutados a quemarropa, dijo.

En Moscú, el viceministro de Relaciones Exteriores, Gennady Galitov, indicó que la matanza de pobladores en Hula es un asunto trágico que merece condena, pero indicó que su país esperaba una evaluación objetiva de la misión de observadores de la ONU en el lugar.

El jefe de los observadores, el general Robert Mood, reportó que la matanza de Hula cobró la vida de 108 personas; más de un tercio eran niños, mientras otras 300 resultaron heridas. Por videoconferencia ante la reunión del Consejo de Seguridad indicó que las muertes fueron por metralla y disparos a quemarropa.

Las víctimas fueron alcanzadas por esquirlas de obús o asesinadas a quemarropa, pero en el lugar de la matanza también se encontraron huellas de tiros de artillería desde tanques, de mortero y de agresiones físicas, añadió el general noruego, para quien los asesinatos son una expresión muy trágica de la situación en Siria, pero se abstuvo de nombrar culpables.

El sábado, el general Mood, sin dar su opinión sobre los autores de la matanza, indicó que se había disparado con armamento pesado desde los tanques.

Los observadores de la ONU, que deben vigilar el cese del fuego establecido desde el 12 de abril, también confirmaron el uso de artillería que sólo poseen las fuerzas de Assad.

Sin embargo, el gobierno sirio rechazó nuevamente que esté detrás la matanza de Hula. Negamos totalmente cualquier responsabilidad del gobierno en esta matanza terrorista, declaró el vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores, Jihad Makdissi, quien indicó que las autoridades sirias van a abrir una investigación.

La oposición siria también negó responsabilidad en las muertes. El líder del opositor Consejo Nacional Sirio, Burhan Ghaliun, advirtió desde Estambul de una guerra civil en Siria si la comunidad internacional sigue sin encontrar la forma de proteger a la población civil, y llamó a librar una batalla de liberación contra el gobierno de Assad hasta que la ONU decida actuar conforme al capítulo siete, que permite una intervención militar.

Los habitantes de Hula, por su lado, culpan a la ONU de esta matanza e increparon a los observadores que se acercaron al lugar de la tragedia, según videos difundidos en Internet.

Hoy también se reportaron violentos combates en Hama, Homs, Idlib y Damasco, según el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos , con sede en Londres, el cual estimó que al menos ocurrieron 11 muertes en actos de violencia y que en total han fallecido 13 mil personas, la mayoría civiles, desde el inicio de la revuelta contra el gobierno, en marzo de 2011.

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia aseguró que la matanza muestra la urgencia de encontrar una solución al conflicto y que no puede permanecer sin castigo.