Rangún, 29 de mayo. La diputada y líder opositora de Myanmar, Aung San Suu Kyi, llegó este martes a Bangkok para una visita de varios días a Tailandia, en su primer viaje al extranjero de este ícono de la democracia en 24 años, con lo que pone fin a su aislamiento y como muestra de confianza en el proceso de reconciliación y reformas políticas en marcha en su país.

El avión en que viajaba la premio Nobel de la Paz 1991 aterrizó en la capital tailandesa a las 22 horas, donde pronunciará un discurso el primero de junio en el Foro Económico Mundial sobre Asia Oriental. No siento nada particular. Esto forma parte de mi trabajo, había declarado Suu Kyi esta noche poco antes de abordar la aeronave en Rangún.

Enemiga pública número uno de la junta de Myanmar (antes Birmania) hasta su disolución en marzo de 2011, Suu Kyi dirige el mayor partido de la oposición, la Liga Nacional por la Democracia.

Después de años de prisión domiciliaria en Rangún y de haber evitado salir del país por temor a no poder retornar, ahora disfrutará por primera vez desde 1988 de una auténtica libertad de movimientos.

De esta forma Suu Kyi demuestra su confianza en las reformas iniciadas por el nuevo régimen de ex militares reformistas con los que ha decidido trabajar, comenzando por el presidente y ex premier de la junta, Thein Sein.

Ella tiene confianza en la situación y en el proceso de reconciliación y reformas políticas que está en marcha, dijo este miércoles Pavin Chachavalpongpun, investigador del Centro de Estudios del Sudeste Asiático en la Universidad de Kioto, en Japón.

Antes de que las sanciones sean levantadas, el gobierno necesita más legitimidad que nunca, y eso es lo que ellos esperan con el viaje de Suu Kyi, añadió Pavin, quien ahora la describe como una embajadora de buena voluntad del régimen de Naypyidaw.

La ahora diputada de 66 años se reunirá con la primera ministra de Tailandia, Yingluck Shinawatra. El miércoles, Suu Kyi estará en la provincia de Samut Sakhon para reunirse con inmigrantes connacionales, muchos en campos de refugiados, que representan 80 por ciento de los 2 millones de extranjeros en Tailandia.

La lideresa opositora tiene prevista una gira histórica por Europa a mediados de junio, que incluye una visita a Oslo, donde deberá leer el discurso que no pudo pronunciar cuando recibió el Premio Nobel de la Paz en 1991.